El director del Prodem, desde las páginas del matutino Clarín, advierte que el ICSEd-Prodem 2017 muestra a la Argentina en el puesto 14 de un total de 15 países, en lo que respecta a la dimensión de financiamiento.

Sin embargo Kantis expresa optimismo por los cambios de los últimos años, con la aparición de “aceleradoras y fondos liderados por emprendedores exitosos y grandes empresas. Se trata de una tendencia regional que está creciendo”.

Asimismo Kantis plantea que la reciente “Ley de emprendedores va a potenciar este movimiento. Se estima que en los próximos cinco años se financiarán entre 200 y 300 emprendimientos en serie A (US$500.000 ó más). Esto requerirá, además, de una estrategia institucional proactiva para ‘cazar’ a los inversores locales y del exterior, con las capacidades y recursos necesarios para el perfil de riesgo requerido”.

Sin embargo, advierte que “habrá que preparar a los emprendedores. Así lo hizo Israel y le fue muy bien. Claro que hay que regular las expectativas. Hay diferencias importantes entre ese país y la Argentina que habrá que atacar. Por ejemplo el caudal e ‘innovatividad’ de los emprendimientos, el perfil emprendedor de muchos inversores de ese país y la calidad del capital social que arma los puentes. Vale la pena, porque lograrlo significará un cambio clave de escenario.”

Luego, el director del Prodem anticipa otros desafíos, “algunos basados en la experiencia de otros países, que conviene abordar para tener éxito. El primero de ellos es cómo lograr el desarrollo de una oferta amplia de financiamiento, que cubra los distintos tramos de inversión y perfiles de empresas demandantes. Por ejemplo, habrá que asegurarse que no haya gaps entre los montos invertidos por las aceleradoras y los fondos”.

Adicionalmente, explica que “los inversores suelen concentrarse en algunas actividades y emprendimientos, los que prometen mayores retornos. E incluyen en su agenda, como estrategia de salida, la venta de la nueva empresa, algo que no todos los emprendedores desean y a los que esto no los hace menos importantes para el país. Ni todas las nuevas empresas dinámicas son apetitosas para los inversores ni todos los emprendedores dinámicos buscan o precisan capital emprendedor a cada instante. A veces, por ejemplo, es más barato conseguir capital de trabajo sin ceder acciones, algo que aún no sucede fácil. Se requiere de una diversidad de instrumentos”.

Finalmente, Kantis destaca la importancia de los emprendimientos dinámicos: “cada año nacen unas 50.000 empresas, de las cuales un 5% son muy dinámicas y explican la mitad de los empleos de las nuevas firmas cinco años después. Son 2.500 emprendimientos sólo en un año a los que habrá que atender”.

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