En el contexto del 6° Seminario Taller Prodem realizado en mayo pasado en Lima, compartimos una entrevista a Dane Stangler, Vicepresidente de Investigación y Política de la Kauffman Foundation.
¿Por qué es peligroso que las ciudades de los EE.UU. vivan la “fiebre de las startup”?
Lo que queremos decir por “fiebre de las startup” es que se ha producido una expansión muy rápida del número de programas de emprendimiento. Esto se ve reflejado en incubadoras, programas de educación, aceleradoras, programas de formación, etcétera, lo cual no es malo, pues aporta una mayor consciencia de la necesidad de una iniciativa empresarial diferente, que se extiende ampliamente y no sólo se da en un par de lugares. Pero se lo llama “fiebre” porque no estamos viendo resultados. Creo saber qué espera todo el mundo cuando empiezan estos programas y, en algunos casos, la realidad conduce hacia algunos resultados negativos en términos de tasas más bajas en la iniciativa emprendedora y un menor número de emprendedores de alto crecimiento. Por ello el término “fiebre”, alude a que no sólo se refiere a algo bueno.
Usted habló acerca de “las Startup Monocultivo”. ¿Qué quiso decir con ello?
Me refiero a que muchos de estos programas se centran en un solo tipo de emprendedor, por lo general un emprendedor tecnológico que se enfoca en desarrollar una aplicación, y una gran cantidad de estos programas tratan al emprendimiento como si fuera una sola cosa. Pero sabemos que en realidad las empresas son diferentes, no se puede servir a todas con el mismo tipo de programas, y aun así estamos tratando de estimular a todos los emprendimientos a través de lo que creemos es el camino correcto, pero ello deriva en un monocultivo, que no va a terminar siendo muy eficaz.
¿Qué clase de actividades deberían evitar las ciudades para promover un ecosistema saludable?
Principalmente se debe evitar la protección de empresas dominantes, pues estas firmas grandes, de mayor edad y más establecidas que se encuentran en cada ciudad y cada país, existen porque en algún momento fueron emprendimientos de alto crecimiento. Pero al volverse muy poderosas, no sólo en lo económico sino también políticamente, no quieren nueva competencia, y para ello usan su poder político y económico de modo de mantener a la competencia alejada, es decir, a los emprendedores. Ello se acentúa porque en muchos casos las leyes y las políticas, en diferentes países, las hacen las empresas dominantes. Por esta razón es necesario averiguar y advertir dónde está ese sesgo anticompetitivo, y modificarlo.
Puede verse la entrevista original en inglés en: https://www.youtube.com/watch?v=UReo69Dg9L8&feature=youtu.be
(Este video fue realizado por la Universidad del Pacífico –Emprende UP- en el marco del 6° Seminario Taller para Profesionales del Ecosistema Emprendedor en América Latina, PRODEM)