A mediados de marzo, la caída del Silicon Valley Bank (SVB) impactó crudamente en el ecosistema emprendedor global. Para analizarlo, elegimos cuatro piezas periodísticas que se focalizan en diferentes aspectos del fenómeno.
En esta ocasión hemos seleccionado cuatro producciones diferentes para abordar el tratamiento de los medios sobre la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), dada la magnitud de su impacto en el mundo del emprendimiento. Las piezas están fechadas en la segunda quincena de marzo.
En primer lugar aportamos la mirada desde la región, con un artículo del medio argentino Cenital y la firma de Juan Manuel Telechea. Su gran virtud es la pedagogía, porque es un elocuente abc sobre el funcionamiento de los bancos y los rasgos específicos del SVB.
En una parte dice: “Todos los depósitos estaban cubiertos siempre y cuando el SVB esperara al vencimiento de los bonos para cobrarlos. Pero, ¿qué sucedería si, por algún motivo, todos sus clientes fueran hoy mismo a retirar sus depósitos? En ese caso, el banco tendría que salir a vender todos esos títulos en el mercado. Claro que, en ese caso, lo que obtendría sería su valor de mercado, el cual era muy inferior a su valor nominal (como vimos, esto se explica por el aumento de tasas que impulsó la FED). (…) El banco ahora no tendría los activos suficientes para respaldar el total de depósitos. Esta misma cuenta es la que hicieron los ahorristas y fue lo que, en definitiva, llevó a la quiebra del banco.”
Puede consultarse la nota completa en el siguiente link:
https://cenital.com/una-nueva-crisis-financiera-global/
Nuestra segunda selección brilla por su firma, del Premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz. El economista estadounidense ya desde el título, “Otra quiebra bancaria previsible”, carga las tintas sobre la responsabilidad de la Reserva Federal en la caída del banco por excelencia de los innovadores tecnológicos de la costa californiana. Y advierte sobre la necesidad de cubrir los depósitos en su totalidad.
El segmento que recortamos explica:
“La respuesta ahora es la misma que hace 15 años. Los accionistas y bonistas, que se beneficiaron con el comportamiento arriesgado del banco, deberían asumir las consecuencias. Pero los depositantes de SVB —empresas y hogares que confiaron en que los reguladores hicieran su trabajo, que es lo que, una y otra vez, le repetían a la población que estaban haciendo— deberían cobrar en su totalidad, ya sea por encima o por debajo de la cantidad “garantizada” de 250.000 dólares. De lo contrario, se le infligiría un daño de largo plazo a uno de los sectores económicos más vibrantes de Estados Unidos; más allá de lo que uno piense de las grandes tecnológicas, la innovación debe continuar, inclusive en áreas como la tecnología verde y la educación. En términos más generales, no hacer nada enviaría un mensaje peligroso a la población: la única manera de estar seguros de que nuestro dinero está protegido es colocándolo en bancos sistémicamente importantes que son ‘demasiado grandes para quebrar’. Esto resultaría en una concentración de mercado aún mayor a la población y menos innovación a la población en el sistema financiero de Estados Unidos.”
Puede verse el artículo original en:
https://elpais.com/economia/negocios/2023-03-19/otra-quiebra-bancaria-previsible.html
La tercera pieza fue difundida por Bloomberg, con autoría de Daniel Cancel, y ya desde el título interesa a nuestro ecosistema emprendedor regional: “¿Qué pueden aprender las startups latinoamericanas de la crisis del Silicon Valley Bank?”. Aporta la mirada de un inversor serial en startups al sur del Río Bravo, pues ya ha apostado en 28 empresas nacientes desde 2008. Este actor financiero enuncia lo siguiente: “”La lección más importante que se puede extraer del repentino colapso de SVB es que los acontecimientos se desarrollan a un ritmo cada vez más rápido en la banca digital, y que las empresas deben ser ágiles, con una estrategia sólida de gestión de riesgos cuando cuentan con mucho capital”.
Se puede acceder al texto completo en:
Finalmente, para la cuarta pieza periodística optamos por un artículo generado desde la plataforma CB Insights, sin firma de autor. Su largo titular ya denota su falta de optimismo: “Los desafíos de SVB acelerarán las rondas de valoración a la baja, la mortalidad de las startups y los despidos”.
Quizás lo más jugoso del artículo sea la explicación que da sobre la forma de operar del capital de riesgo, y sus diferencias con los préstamos comerciales tradicionales. Para ello, extractamos el siguiente apartado:
“Los prestamistas de deuda de riesgo suscriben acuerdos con empresas incipientes (y a menudo perdiendo dinero) utilizando 3 criterios:
- La calidad de los inversores de capital de riesgo que hacen el trato. Para informar esto, SVB construyó una extensa red de VC de primer nivel. Puede ver su sindicato de inversión en tecnología aquí y su sindicato de inversión en atención médica aquí.
- Financiaciones futuras. Esta es la probabilidad de que la compañía levante otra ronda en el futuro.
- La capacidad de tomar warrants en la empresa para minimizar las pérdidas generales. Las garantías para pequeñas participaciones de capital sirven como una especie de “seguro de schmuck” para cualquier mal acuerdo, ya que los bits de capital en los ganadores compensan con creces a los perdedores.”
Puede accederse al artículo completo en el enlace siguiente: