El gobierno hispano, inspirándose en el modelo Israelí, está interesado en crear incubadoras biosanitarias apoyadas por fondos de capital de riesgo y financiación pública. Según se explica en la publicación Expansión.com, con esta fórmula Israel se ha convertido en el punto de referencia de la I+D. Acá, un resumen del artículo.
El periodista Sergio Saiz, en la publicación Expansion.com, explica que España espera destinar cerca de 1200 millones de euros para generar fondos de capital de riesgo de gestión privada, orientados a la creación de startups biotecnológicas, siguiendo el modelo Israelí.
La nación de Medio Oriente, en 1993, decidió crear un ecosistema que favoreciera la innovación empresarial y así generar actividad económica, en un país pequeño que carecía de recursos naturales y en medio de un entorno hostil. Diez años después, se explica en el artículo, el programa se materializó con la constitución de un fondo de US$ 210 millones para invertir en startup biosanitarias. El 85% del capital lo aportó el Gobierno, frente al 15% que procedía de manos privadas. A lo largo de una década los fondos de capital de riesgo han logrado una rentabilidad del 40%, ya que el ámbito biosanitario es uno de los que más retorno ofrece. Además se logró también que grandes multinacionales, como Microsoft, Samsung, Intel, IBM o Cisco, instalaran centros de I+D en el país.
Textualmente, escribe Saiz: “Aunque España pretende replicar este modelo, el camino no está libre de obstáculos. El Gobierno que dirige Mariano Rajoy destina menos del 1% de su Producto Interior Bruto (PIB) a I+D, frente al 4,5% de Israel o el 2,2% de Estados Unidos. Las cifras en capital de riesgo tampoco acompañan, ya que la inversión media del sector por habitante es de 3 dólares (2,2 euros) en España, frente a los 177 dólares (131 euros) del país hebreo.”
Más adelante la producción refiere que España, reconociendo sus características, está dando nuevos pasos para generar un modelo fiable que se convierta en un motor de la economía a través del aprovechamiento del megafondo que ha articulado a través del ICO, con el cual no sólo sirva para financiar nuevos proyectos emprendedores, sino que se utilice para generar un auténtico tejido empresarial innovador.
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