Continuamos acá lo iniciado en la edición anterior de Dinámica Emprendedora con la difusión del libro “¿Emprendimientos dinámicos en el sur de América Latina?: la clave es el (eco)sistema”, a ser editado durante 2013 por la Red Mercosur bajo la coordinación de Hugo Kantis. En este caso, ahondamos en aquellos apartados del Capítulo 2, donde se pone el foco en el rol del ecosistema y las falencias de algunas de sus partes. Acá, una síntesis de sus resultados.
En la edición anterior de Desarrollo Emprendedor, definíamos a los emprendedores ambiciosos como aquellos que poseen la vocación de crecer, como “un ingrediente clave para crear nuevas empresas capaces de aportar a la generación de puestos de trabajo y a la innovación”. Así, los emprendedores ambiciosos “que buscan crecer rápidamente y abandonan su condición de microempresa en lapsos muy cortos son los que hacen la diferencia”. Tras haber definido en el ultimo número de Desarrollo Emprendedor sus rasgos, en esta edición nos preguntamos si los ecosistemas están respondiendo a sus necesidades. Se trata de otro segmento del capítulo 2 del libro “¿Emprendimientos dinámicos en el sur de América Latina?: la clave es el (eco)sistema”, coordinado por Hugo Kantis, que será editado durante 2013 por la Red Mercosur. El autor del capítulo es el propio Kantis, quien contó con la colaboración de Manuel Gonzalo y Paola Álvarez Martínez, todos ellos del Equipo Prodem.
El rol del ecosistema: los actores principales y las áreas de vacancia más relevantes
1. Composición de las redes de apoyo y su evolución
Dado que el estudio fue hecho sobre la base de una encuesta realizada a emprendedores beneficiarios de programas y políticas de apoyo, a priori cabría esperar que el nivel de apoyo institucional sea elevado, tanto en los emprendedores con proyectos orientados al crecimiento, como en las nuevas empresas que proyectan crecer de manera significativa. Y como las instituciones suelen tener filtros de selección, se supone que tenderían a los emprendimientos con mayor potencial de impacto. Sin embargo, vale acá recordar lo que planteábamos en la primera parte del capítulo: los emprendedores orientados al crecimiento no constituyen el perfil predominante entre los beneficiarios del apoyo institucional. Esta “alteración en los GPS”, como señalamos en el título de este resumen, puede deberse a la dificultad de identificar y convocar a este tipo de emprendedores, pues son minoría respecto del total. Pero al mismo tiempo, existen importantes oportunidades de mejora en los procesos de búsqueda y selección de emprendedores por parte de las instituciones.
Retomando el estudio: la encuesta preguntó acerca del apoyo recibido en las etapas de proyecto y en los primeros años de vida de la empresa, respectivamente.
Un primer resultado encontrado es que los proyectos emprendedores orientados al crecimiento encuentran mayor apoyo institucional en Brasil y Chile que en Argentina. Si se tienen en cuenta los diversos tipos de organizaciones que trabajan con los emprendedores, es posible constatar esta situación en cerca del 80% de los encuestados de ambos países, frente a 65% en Argentina. No deja de ser llamativo que, al menos en esta fase, no suelen observarse diferencias en el grado de apoyo que reciben los proyectos más ambiciosos y los demás. Inclusive, en Brasil, estos últimos encuentran más soporte (91% vs 79%).
Comparativo de Apoyos entre fases de Emprendedores Ambiciosos y Resto
Las incubadoras son la principal fuente de apoyo de los emprendedores brasileños y chilenos en la fase de proyecto (60%), a diferencia de Argentina en donde su presencia es muy limitada (25%). Pero las redes de apoyo también incluyen respaldos de otro tipo, tales como los que suele brindar el círculo cercano de los emprendedores (pe.j.: familiares y amigos). Mentores empresarios y ejecutivos de grandes firmas ocupan un lugar destacado en los tres países, aportando su experiencia y contactos valiosos. Uno de cada dos emprendedores, aproximadamente, destacó su aporte.
Muchos emprendedores, especialmente en Brasil y Chile, encontraron apoyo en otros colegas emprendedores durante esta etapa. El intercambio entre pares que se encuentran en la misma situación o que cuentan con un mayor grado de avance en el proceso emprendedor, suele ayudarlos a identificar problemas y posibles vías para encararlos.
Otra fuente de apoyo que se ubica dentro de las cinco principales, en los tres países, son los centros de emprendedores. Por lo general, se trata de unidades creadas por las universidades para brindar respaldo a sus estudiantes y graduados.
Por otra parte, los concursos de planes de negocios sólo aparecen como relevantes para cerca de uno de cada cuatro emprendedores y sólo en Argentina ocupan un lugar entre las cinco fuentes principales de apoyo. De este modo, se confirma la mayor debilidad relativa del tejido institucional argentino. En los tres países, por otra parte, las asociaciones empresariales podrían asumir un rol más gravitante para promover el surgimiento de nuevas camadas de empresarios (futuros asociados), aunque sólo ocupan un lugar marginal. Los inversores, por último, sólo fueron reconocidos como fuente de apoyo por alrededor del 10%.
Una vez que ingresan al mercado, salvo en Brasil, declina la cantidad de emprendedores que encuentran apoyo tanto de su círculo social cercano como de las instituciones. Esta situación revela un déficit por parte del ecosistema dado que el apoyo tiende a discontinuarse en el momento en el que los emprendedores enfrentan mayores desafíos. Esta afirmación no significa que deba eternizarse el apoyo de las incubadoras, por el contrario, sino que es importante disponer de una batería de servicios más específicos y ajustados para esta fase. Chile es el país en donde esta caída del respaldo institucional es más significativa.
En los tres países, los colegas (otros emprendedores) son la única fuente de soporte que se mantiene en el tiempo. En Chile, inclusive, este apoyo es mayor entre los emprendedores ambiciosos que en los demás. El 80% de los proyectos que reúnen este perfil recibió este apoyo frente a tan sólo el 47% de las empresas en marcha. Del otro lado, las incubadoras, centros de emprendedores, concursos de planes de negocios y universidades tienden a perder peso, sin que la mayor gravitación de las aceleradoras (de 12% a 23%) logre compensarlo. Tampoco logra modificar esta situación el creciente peso de los inversores, cuya importancia se eleva del 10% al 23%.
Otro tanto ocurre en Argentina, donde la caída del apoyo institucional (de 65% a 59%) se ve acentuada por la declinación del soporte de los mentores empresarios (de 52% a 41%). El mayor apoyo de los inversores en esta fase sólo tiende a compensar parcialmente esta situación (de 11% a 20%). Es posible que, al menos en algunos casos, esta evolución tenga que ver con la transformación de algunos mentores en inversores una vez que la empresa ingresa al mercado, una práctica que es relativamente común. Por otra parte, algunos emprendedores argentinos logran apoyarse más en sus redes con proveedores y clientes, algo que en la etapa de proyecto no era tan común, seguramente porque al no tener una relación comercial ello no resultaba tan sencillo.
En esta fase, lo que más claramente distingue a los emprendedores orientados al crecimiento de los demás encuestados, en los tres países, es el apoyo de los mentores empresarios, a pesar de su disminución respecto de la etapa de proyecto. Los centros de emprendedores y las incubadoras también son más utilizados por este tipo de emprendedores en Argentina y Chile. El resto de los emprendedores, del otro lado, suelen apoyarse en su círculo social cercano en mayor proporción que los “ambiciosos” y, en Chile y Brasil, en sus proveedores y clientes.
Comparativo de Apoyos entre fases de Emprendedores Ambiciosos
Lo que más distingue a los emprendedores ambiciosos a lo largo del tiempo es su vinculación y el apoyo que reciben de mentores empresarios, a diferencia del resto de los emprendedores, quienes tienden a descansar más en su círculo social cercano. En Argentina y Chile, el papel de los centros de emprendedores también suele ser más relevante para los emprendimientos orientados al crecimiento que para los demás.
2. Valor agregado y demandas insatisfechas
A través de estas redes los emprendedores encuentran respaldos de distinto tipo. Por ejemplo, las dos áreas que aparecen mejor cubiertas son, en los tres países, la apoyatura para mejorar su modelo de negocios, para elaborar un plan de negocios y para desarrollar contactos con clientes. Le sigue en orden de importancia la contribución para madurar como empresarios y para hacer crecer su empresa.
Aportes al Emprendimiento de los diferentes apoyos – Áreas más Atendidas –
Estos resultados permiten identificar un mayor grado de satisfacción de los emprendedores brasileños con el valor agregado por estas redes de apoyo en comparación con los de Argentina y Chile. Del mismo modo, se destaca que en estos dos países, uno de cada dos emprendedores ambiciosos no ha encontrado un apoyo adecuado para el crecimiento empresarial y para madurar como empresario.
Por otra parte, las áreas menos atendidas tienen que ver con el apoyo para: a) encontrar socios; b) acceder a inversores en Argentina y Chile y c) conseguir inversiones en Brasil.
Aportes al Emprendimiento de los diferentes apoyos – Áreas menos Atendidas –
Tampoco está generalizado el apoyo recibido en campos tan importantes como desarrollar el equipo, ganar visibilidad a través de los medios de comunicación, vincularse con mentores, con otras instituciones de apoyo y con los programas de subsidios del gobierno.
Esta situación revela la existencia de una brecha entre la oferta y la demanda de los emprendedores, lo que incluye, entre los desafíos más importantes, el fortalecimiento del equipo emprendedor y el acceso al financiamiento. El primer déficit refleja las dificultades de las instituciones para brindar este tipo de servicios enfocados en el equipo emprendedor. Por otra parte, la ausencia de un puente efectivo con los inversores es una responsabilidad parcial y compartida dado que, en muchos casos, suele coexistir con la ausencia o desarrollo muy embrionario aún de la industria de capital emprendedor. Es más llamativo, del otro lado, que las instituciones no jueguen un papel más gravitante en la vinculación de los emprendimientos con los programas de subsidios del gobierno, dado que muchos de estos instrumentos incluyen la necesidad de contar con una institución patrocinante a la hora de presentarse para recibir un subsidio. Por último, la aparición en los medios es algo que los emprendedores suelen valorar mucho, dado que carecen de trayectoria y, a través de esta vía, comienzan a construir su reputación.
1 Los restantes autores del libro son Juan Federico (Prodem-UNGS), Andrés Lopez (CENIT), Daniela Ramos (CENIT), Martín del Castillo (CENIT), Miguel Bacic (UNICAMP), Etienne Choupay (PUCV). Y se contó con la colaboración de Manuel Gonzalo, Paola Álvarez Martínez, Cecilia Menéndez y Sabrina Ibarra García, los cuatro pertenecientes a Prodem-UNGS.