Steve Sponseller, abogado especializado en propiedad intelectual y estratega en innovación, reseñó hace poco en Entrepreneur las equivocaciones más frecuentes a la hora de innovar. Aquí, un resumen de su punteo.
1. Creer que la innovación es demasiado costosa
Si bien al inicio aprender y desarrollar un sistema para la identificación de oportunidades puede tomar tiempo, una vez que el proceso sea internalizado por el equipo, la identificación de ideas creativas surgirán en el día a día de las actividades.
2. Esperar hasta que sea un gran negocio
Las pequeñas empresas suelen ser más flexibles y veloces en comparación a las de mayor tamaño. Esto abre una ventana de oportunidad para la generación de nuevas ideas, que suele ser mayor que las que podrían tener las empresas más grandes.
3. Pensar que la innovación no es relevante en mi industria
La innovación no es solo una actividad de los sectores tecnológicos, también puede ser el medio para crear ventajas competitivas en sectores más tradicionales como el de los alimentos o la vestimenta. Reconocer esto permite tomar ventajas frente a sus competidores.
4. No involucrar a todo el equipo
A la hora de desarrollar nuevas ideas, cada persona dentro de la empresa cuenta con una experiencia única e irrepetible que alimenta la búsqueda de nuevos caminos. La innovación suele estar en manos de los fundadores o del departamento de desarrollo de productos, pero ellos siempre han hecho las cosas de una manera particular. Incluir a otras personas de la organización ayuda a correr la mirada desde “lo que siempre se ha hecho” y da libertad para pensar los problemas con otro punto de vista.
5. No tener un sistema para identificar ideas innovadoras
Es importante contar con una rutina de actividades para desarrollar nuevas ideas. Las necesidades del mercado o la existencia de problemas para los que no se encuentra una solución suelen ser los principales disparadores de nuevas ideas. Programar actividades para poder identificar estas situaciones es una buena estrategia para la creación continua de nuevas ideas.
6. No evaluar completamente las ideas antes de tomar una decisión
A la hora de tomar una decisión sobre si una idea es buena o tiene que ser descartada, es importante tener varios puntos de vistas. Debe oírse la voz del personal de ventas, de marketing, de servicio al cliente, de desarrollo de producto y del personal de producción. Cada uno, desde su propia experiencia, aporta una mirada particular que permite completar una visión general e integral a la hora de decidir si una idea puede tener éxito.
7. No “celebrar” la innovación
Es importante entender que la innovación es buena por sí misma. Solo si se reconoce la importancia de la creatividad y se la recompensa se podrá tener una empresa innovadora. Llevar adelante actividades que promuevan el desarrollo de nuevas ideas, y premiar el pensamiento creativo, es un paso en esa dirección.
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