En base a la experiencia internacional, Hugo Kantis presenta – a título orientativo – un posible menú de componentes a tener en cuenta para diseñar un Programa Nacional de Desarrollo Emprendedor, en función de la realidad de cada país. Este detalle completa y actualiza el conjunto de parámetros publicado en el artículo “Aportes”, de 2009.
Diagnóstico del contexto emprendedor en el país: las buenas prácticas se destacan por basarse en un adecuado reconocimiento del contexto para identificar y priorizar los factores más relevantes a considerar en el diseño e implementación del programa.
Sensibilización y alianzas: es fundamental lograr el compromiso de las instituciones de la sociedad civil: cámaras empresariales, medios de comunicación, universidades, etcétera.
Aliento del espíritu y la cultura emprendedora: busca mejorar la valoración social del emprendedor y difundir la opción emprendedora entre la población joven, con el doble propósito de generar un contexto más estimulante para quienes desean emprender, y de aumentar la base de emprendedores.
Desarrollo de las capacidades emprendedoras desde el sistema educativo: su objetivo es ensanchar la generación de futuros emprendedores a partir del fomento de las vocaciones y capacidades emprendedoras de los jóvenes. Puede trabajar desde el nivel educativo primario hasta los graduados universitarios, tanto dentro como fuera del aula. Requiere formar recursos humanos apropiados.
Articulación con las políticas de innovación: es fundamental revisar las políticas de innovación y articularlas con las de creación y desarrollo de empresas. Lo que es bueno para la innovación, también debería serlo para los emprendimientos.
Desarrollo de una plataforma institucional descentralizada de servicios para emprendedores y proyectos con potencial: apunta a generar una oferta de capacitación, asistencia técnica, networking y vinculación con el financiamiento que esté ajustada a las necesidades de los emprendimientos promisorios. Es clave contar con buenos sistemas de acreditación institucional, la vigencia de premios y castigos, y la mejora continua a través del fortalecimiento de las instituciones del área.
Diseño e implementación de una oferta de instrumentos financieros para emprendedores. Contempla el desarrollo de una batería diversificada de instrumentos apropiados para las distintas fases de desarrollo de los emprendimientos y capaces de apalancar recursos públicos y privados (por ejemplo: fondos de capital semilla, incentivos/apalancamiento de la oferta de capital de riesgo, desarrollo de inversores de riesgo, programas de préstamos simplificados y preferenciales, entre otros).
Mejora del entorno regulatorio: incluye la revisión y el mejoramiento de las regulaciones que afectan la creación y desarrollo de empresas (por ejemplo: marco impositivo, régimen de compras públicas, leyes de marcas y patentes, condiciones exigidas para el funcionamiento de una empresa, régimen laboral de científicos y técnicos en instituciones del conocimiento).
Información, evaluación y aprendizaje: es fundamental para la mejora continua. Incluye estudios de base, acciones de monitoreo, aprendizaje continuo, evaluación de impacto y ajuste del programa. Para ello es muy importante evaluar en cada país cuáles son las vías más efectivas y eficientes para generar información e indicadores sobre creación y desarrollo de empresas.