Es mexicano, abogado y economista por el TEC de Monterrey. Fundador de Play Business, una plataforma web de inversiones colectivas que busca proyectos innovadores para convertirlos en negocios sustentables, preside también la Asociación de Fondeo Colectivo en México (AFICO).
¿Qué es el crowdfunding?
El crowdfunding es una manera, a través de internet, de que una persona pide dinero para algo y alguien le da dinero a cambio de algo. Nació en Estados Unidos principalmente donde era una manera de fundar proyectos creativos a través de crowdfunding de recompensas. Funcionaba así: tú querías hacer una película, por ejemplo. Costaba 100 mil USD pero nadie te daba esa plata. Entonces subías este proyecto a la plataforma y decías: “si tú me das US$10 te pongo en los créditos, si me das US$100 te invito a la premiere, y si me das US$1.000, te pongo de extra”. Entonces la gente a la que le interesaba esa recompensa aportaba ese dinero y salía el proyecto creativo. Pero poco a poco fue evolucionando y ahora el crowdfunding más complicado o más avanzado es el crowdfunding de equity o de inversiones. Está hecho exclusivamente para negocios: el emprendedor sube su proyecto o negocio a una plataforma y la gente empieza a invertir a cambio de un porcentaje de la empresa.
¿Cómo evolucionó esta fuente de financiamiento, en especial en lo referido a las limitaciones legales del sistema?
La gente cree que el crowdfunding es algo nuevo pero es mentira, existe desde siempre. Desde la época de los gladiadores, cuando empezaban a pelear y la gente les hacia pulgar arriba o abajo. Era crowdfunding con la vida de una persona… es un fondeo colectivo, estamos entre todos tomando una decisión para que ocurra algo. Antes, a falta de tecnología, era complicado hacerlo. Se daba mucho que si intentabas hacer este tipo de inversiones públicas, se volvía ilegal porque era muy susceptible al fraude. La ventaja que hoy trae la tecnología (con los procesadores de pago, el hecho de que todo vive en Internet, que todo es transparente, etcétera) ha permitido su evolución. Algo que pasa siempre es que la tecnología viene antes que la regulación, es imposible regular el futuro si no sabemos cómo va a ser. Entonces, en el momento que desarrollamos este modelo jurídico, lo empezamos a trabajar, empezó a funcionar y ahora viene la regulación. Por lo tanto, muchos inversionistas se van a sentir más seguros. Creemos que esto llegó para quedarse.
¿A qué se dedica Play Business?
Play Business es una plataforma web de inversiones colectivas que busca proyectos innovadores para convertirlos en negocios sustentables. Llevamos dos años operando. Hay dos conceptos técnicos que los voy a poner muy simples. Hay algo que se llama transacción con valores. Un valor es una acción. Una empresa es una sociedad que está compuesta de acciones. Si tu transaccionas con ellas a persona indeterminada o mediante medios masivos de comunicación, es ilegal, a la fecha por lo menos. Pero tiene un problema también: los valores son del siglo pasado, no sirven de nada. A mí no me gustan porque necesitas a un notario, necesitas que sea en papel, necesitas una firma autógrafa, cosas del siglo pasado. En cambio, en el momento en que desarrollamos este nuevo sistema, ya no existen los valores, no existen las acciones. Tienes toda la seguridad jurídica que necesitas, pero no tienes una acción. Tienes algo que lo llamamos certificado de inversión. Que técnicamente es distinto para las leyes, pero es lo mismo para ti como inversionista. Es una “cosa” que dice que eres dueño de eso.
¿Lograron expandirse sólo en México, o más allá también?
De hecho es curioso, porque esta ley nació en Estados Unidos y luego se copió en Latinoamérica. Hoy en día México es el primer lugar donde se va a regular. De hecho, estamos esperando la ley. Nos toca ir a capacitar diputados y senadores. Al momento ya está escrita. Pero creemos que es un parteaguas porque va a voltear al resto de Latinoamérica y va a decir: tenemos que hacer e ir hacia allá. Hoy en día nuestro modelo permite que empresas se suban de cualquier parte del mundo, a menos que estén literalmente negadas (por ejemplo, en Colombia es un problema). Y que cualquier inversionista también pueda empezar a invertir, porque es a través de Internet. Te da lo mismo si la empresa dice “constituida en México, Panamá o Argentina”.
¿Qué desafíos tienen de cara a futuro, además de evangelizar a los diputados?
Que no salgan plataformas que hagan mal las cosas. A los diputados se les explica y les va a gustar la idea. Porque implica inclusión financiera, acceso a capital, desarrollo de empleo. Nosotros en dos años llevamos más de mil empleos directos y tres mil indirectos, con paga de calidad. En promedio de la industria de empleos de tecnología, los proyectos que se han fondeado con nosotros pagan un 40% más, es decir son empleos de calidad. No veo que su aceptación sea un problema. Pero vuelvo al principio de mi respuesta: me da miedo que empiecen a salir plataformas que hagan mal las cosas, porque un error puede llegar a matar la industria. Ese es mi mayor miedo. La ley necesita control, necesita tomar a todos de modo parejo, yo creo en la sana competencia. Hoy no tenemos tal cosa, porque el modelo jurídico es propio y forma parte de nuestra propiedad intelectual, pero cuando salga la ley, lo van a poder hacer todos. Si logramos que no haya malos casos, es decir casos que hagan fraude (porque malo no quiere decir que una startup no funcione, pues esa es una posibilidad normal), entonces vamos a estar bien.