Programa de Desarrollo Emprendedor

Newsletter 59 – Marzo/Abril 2017

Integrarse para emprender mejor

abril 19, 2017

En el blog del BID “Puntos sobre la i”, Hugo Kantis resume los beneficios que se alcanzarían en 7 áreas clave, si se apuntara a la integración de los ecosistemas de emprendimiento regionales. Retoma así los conceptos desarrollados en el ICSEd, en un marco específico de análisis.

El resumen del artículo del director del Prodem es el siguiente:

Las ventajas que habitualmente se atribuyen a los procesos de integración regional también pueden ser aplicadas al caso de los ecosistemas. Por ejemplo, la integración permitiría alcanzar más fácilmente las escalas mínimas necesarias para desarrollar ciertos mercados en torno al emprendimiento y la innovación. También abriría un espacio mayor para compartir buenas prácticas de fomento al emprendimiento y acortaría las curvas de aprendizaje entre aquellos países que presentan ciertas desventajas y aquellos más adelantados.

Para entender mejor las ventajas que puede traer la integración, analicemos cómo puede contribuir a superar desafíos y limitaciones que la región tiene en 7 dimensiones clave del desarrollo emprendedor.

1- Capital humano emprendedor

La carencia de emprendedores dinámicos o innovadores es un rasgo característico de América Latina. ¿Podría la integración ayudar a enfrentar este déficit? A corto plazo podría incidir con iniciativas concretas de fortalecimiento de emprendedores, como por ejemplo pensar en la creación de una “Escuela Regional de Emprendedores”.

2- Educación emprendedora

El grado de avance existente en este campo es dispar entre los países de la región. Por eso, una estrategia de integración permitiría coordinar esfuerzos para generar iniciativas conjuntas de desarrollo de contenidos y metodologías, sensibilizar a instituciones educativas y formar formadores.

3- Plataforma de ciencia, tecnología e innovación (CTI)

Otra de las dimensiones débiles donde existen muchas oportunidades de mejora es la plataforma de CTI, es decir, las actividades de investigación científica y tecnológica y su vinculación con el sistema empresarial que permite transformar el conocimiento en innovaciones. La generación de proyectos regionales y la movilidad de recursos humanos especializados también podrían ser favorecidas por la integración.

4- Estructura empresarial

La integración también podría ser relevante para atender la baja contribución de la estructura empresarial al desarrollo de los ecosistemas de innovación latinoamericanos. Las empresas se caracterizan por su bajo nivel de esfuerzo innovativo y escasa sofisticación organizacional. Un mercado ampliado podría generar mayores incentivos para que las empresas innoven, dado que al incrementarse el espacio para los negocios, sería factible amortizar más rápidamente las inversiones en innovación. Asimismo, la integración podría ayudar a que las empresas trasnacionales generen proyectos de alcance regional en materia de innovación abierta y emprendimiento corporativo.

5- Financiamiento

Otro escollo se da en materia de financiamiento. A la hora de concretar los proyectos, trabajar a nivel regional podría ayudar a superar el círculo vicioso de la falta de financiamiento para emprendimientos dinámicos. Con la baja cantidad de emprendedores preparados para recibir inversiones (deal flow),  no se generan incentivos suficientes para el desarrollo de una oferta de capital emprendedor (venture capital), lo que acaba impactando negativamente sobre los emprendimientos con potencial de recibir inversión. Fomentar la constitución de fondos que operen a escala regional tendría entonces mucho sentido. Otra ventaja de la integración regional de los ecosistemas sería el aumento de la visibilidad y el atractivo de la región para los inversores, fondos y aceleradoras fuera de la misma.

6- Capital social

El capital social es una dimensión débil para la mayoría de los países de Latinoamérica, dado que eleva las barreras para construir las redes de contacto. La integración de ecosistemas abriría la posibilidad de capitalizar las buenas prácticas existentes a nivel regional, permitiendo a las organizaciones de soporte (centros de emprendimiento, incubadoras, etc.) ayudar a emprendedores a tender puentes con contactos distantes a sus redes. Los espacios de socialización e intercambio de experiencias entre distintos ecosistemas (por ejemplo foros regionales como el Seminario Taller Prodem) favorecen la integración y la construcción de proyectos conjuntos (co-incubación, softlanding, etc.).

7- Políticas y regulaciones

Un último espacio de intervenciones donde la integración regional podría aportar es el de las políticas y regulaciones. Dentro de un mismo bloque existen situaciones diversas y la armonización podría ser el camino a explorar. Por ejemplo, en el Mercosur, Uruguay exhibe un entorno regulatorio más favorable para el emprendimiento que Brasil y Argentina en relación a costos y trámites para crear una empresa, así como en materia de presión fiscal.

En suma, la integración de ecosistemas permite identificar una serie de ventajas y posibilidades de cooperación que ayudarían a mejorar las condiciones para emprender en América Latina. Se trata de un desafío de importante magnitud. La buena noticia es que varios de los ejemplos aquí mencionados ya están comenzando a ocurrir en la región a partir de iniciativas públicas y privadas.

Para acceder al artículo completo, haga click aquí

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