Un artículo difundido por la Escuela de Negocios Sloan del MIT afirma que las empresas fundadas por inmigrantes crean un 42% más de empleos en Estados Unidos que las iniciadas por empresarios nativos.
Hace algunas semanas, la Escuela de Negocios Sloan del MIT (MIT Sloan School of Management) difundió un artículo firmado por Meredith Somers que alertaba sobre los riesgos de afectar la capacidad emprendedora estadounidense si se aplicara una política restrictiva a la inmigración.
En efecto, el artículo citaba un estudio que afirma que “las empresas fundadas por inmigrantes crean un 42% más de empleos en Estados Unidos que las iniciadas por empresarios nativos”.
Tras citar diferentes casos de empresas exitosas creadas por inmigrantes –desde una empresa de belleza creada por una inmigrante nigeriana hace pocos meses, hasta la mismísima Google, uno de cuyos dos fundadores es el ruso Sergey Brin- el artículo confronta la opinión del profesor de administración de MIT Sloan, Pierre Azoulay, con la voz de la Casa Blanca, la cual “ha criticado a los inmigrantes por su presunto impacto negativo en los mercados laborales y salariales de Estados Unidos”.
Justamente, la nota avanza luego con un estudio reciente de Azoulay y colaboradores, que analiza el emprendimiento en Estados Unidos y aprecia que, “los inmigrantes parecen ser más emprendedores que los nativos, y sus empresas crean muchos trabajos “.
Y agrega luego: “No solo los inmigrantes tienen un 80% más de probabilidades de iniciar un negocio que los nacidos en EE. UU., sino que el empleo creado por ellos es 42% más alto que el creado por las empresas fundadas por nativos”.
Y enseguida le da la palabra a Azoulay: “Esto debería hacer que te preocupes de que si cierras el país a la inmigración y si haces la vida de los inmigrantes más difícil de lo necesario una vez que están aquí, podría tener repercusiones negativas en el espíritu empresarial en general y en la creación de empleo ”.
Luego avanza en los detalles del estudio, que combina tres conjuntos de datos: 1) datos del censo de EE. UU. y registros de impuestos para nuevas empresas con al menos un empleado que se fundaron entre 2005 y 2010 y sobrevivieron durante cinco años; 2) la Encuesta de propietarios de empresas de 2012; y 3) la edición 2017 de Fortune 500.
En resumen, afirma el artículo, “la tasa de emprendimiento en el período 2005-2010 muestra que el 0,83% de los inmigrantes en la fuerza laboral comienzan una empresa durante este período, en comparación con el 0,46% de las personas nativas en la fuerza laboral. Así, los inmigrantes exhiben una tasa de ingreso al emprendimiento un 80% más alta. Además, los inmigrantes inician más empresas de todos los tamaños. No solo inician muchas empresas pequeñas, sino que producen una distribución de tamaño de empresa que se parece mucho a los empresarios nativos”.