El diario uruguayo El Observador publicó hace pocas semanas una entrevista a Harry Yuklea, profesor de Technion (Instituto Israelí de Tecnología) especializado en emprendimiento y emprendedor él mismo. El investigador, integrante del Comité Consultivo de Prodem, vertió jugosos consejos para el desarrollo emprendedor del Uruguay, interesantes también para el resto de la región. Acá, un resumen.
La periodista Gabriela Malvasio realizó una interesante entrevista a Harry Yuklea, académico israelí de Technion (Instituto Israelí de Tecnología), que está colaborando hace cinco años con la Universidad ORT del Uruguay. Asimismo, el investigador y emprendedor forma parte del Comité Consultivo de Prodem. El foco del artículo está puesto en el panorama de este país latinoamericano, según la percepción del experto.
Hace cerca de diez años, Yuklea fue consultado por el Banco Mundial, que estudiaba cómo fortalecer el emprendimiento en Latinoamérica y evaluaba la posibilidad de emular la experiencia israelí. Yuklea recomendó a Uruguay como un país en el cual focalizarse y apuntó directamente a las universidades. Y recomendó utilizar al Uruguay “como puente” en materia de emprendimiento: “Una de las razones fue que es una economía relativamente pequeña. Es más fácil generar cambios en economías pequeñas. El emprendedurismo es acerca de incertidumbre y pensamiento de riesgo, y también acerca de cambios. Pero las economías más grandes encuentran más dificultades para el cambio. Además, de esto no solo se tiene que ocupar el gobierno, sino también la academia; son muchos los actores que tienen que juntar fuerzas. En economías más grandes siempre hay conflictos de interés. Si quieres cambiar algo, mejor hacerlo con un país como Uruguay.
Respecto del ecosistema emprendedor uruguayo, Yuklea sostiene que “está evolucionando. Se está moviendo en la dirección correcta, aunque no se ha alcanzado aún una masa crítica. Pero hay que tener en cuenta que es un esfuerzo de largo plazo. En Israel llevó unos 25 años. Ahora estamos diseñando el crecimiento para los próximos 20 años”.
Entre los principales desafíos, el académico israelí observa que “todavía hay mucha resistencia debido al miedo a fracasar. A la sociedad uruguaya no le gustan los fracasos; quiere que se sea exitoso todo el tiempo. Y el emprendedurismo se trata mayormente de fracasos. Si puedes hacerlo de primera, lo más probable es que todos los demás también puedan hacerlo. Emprender es aceptar que a través del fracaso aprendes la manera de cómo hacerlo mejor la próxima vez, y la siguiente, y la siguiente”.
Su recomendación general es enviar “a los emprendedores (a dar charlas) a escuelas, a niños de 12 a 15 años, y que les digan que pueden hacer algo con sus vidas por sí mismos. Muchos no lo harán, pero algunos lo intentarán. Hay que darles la oportunidad a los que pueden ser (emprendedores) pero no lo saben”.
Respecto de las áreas con más posibilidades de desarrollo, Yuklea responde: “Si tuviera que aconsejar al ministro de Economía sobre qué áreas desarrollar, le diría las que serán un problema global, como las energías renovables, el envejecimiento de la población (y la productividad y eficacia de la industria farmacéutica), y la ecología. Ahora es el momento para crear un liderazgo en estos temas. Además, está el sector financiero, que necesita nuevas herramientas. No se precisa mucha infraestructura sino gente inteligente, por lo que Uruguay se puede convertir en un centro global en este tema. Sin embargo, no veo a los estudiantes pensando en el sector financiero como una opción interesante.”