Un creador de empresas crece con velocidad, y debe conseguir un capitalista que aporte recursos para seguir avanzando en un nuevo nivel. Hace pocas semanas, Federico Ast y Marcel Mordezki publicaron un artículo donde reflexionan sobre las claves de esta elección crucial. Acá acercamos un resumen del texto.
Los autores reconocen que, en los últimos años, el mercado del capital de riesgo ha crecido y que hoy los emprendedores con un buen proyecto tienen la posibilidad de elegir a su inversionista. Para lograr una relación exitosa que permita potenciar al emprendimiento, Ast y Mordezki identificaron una serie de ítems a tener en cuenta para esa instancia.
En primer lugar, no sólo es importante el dinero que puede aportar, sino también sus consejos y relaciones, así como las potenciales oportunidades que sean capaces de abrir, lo que se conoce como Smart money. Para poder identificar el potencial del inversor en este sentido, es importante evaluar si tiene contactos con incubadoras o espacios de cowork, dado que tienen mayores posibilidades de ofrecer capacitación, coaching y consultoría de gestión. También es importante tener presente si el inversor cuenta con un programa de Investment Readiness, que le permita prepararse para una futura ronda de inversión, y si cuenta con una amplia red de capital humano calificado.
En segundo lugar, explican, es importante tener en cuenta el acceso a Capital para Followon. A medida que el emprendimiento va creciendo, aumentan las necesidades de recursos financieros. En los mercados más desarrollados el encadenamiento del proceso de inversión se encuentra institucionalizado, pero en América Latina ello no ocurre, e incluso el nivel de desarrollo de cada eslabón es muy bajo. Por eso, es importante conocer cuál es la posición del inversor ante el capital para followon. En este sentido, es preciso valorar si cuenta con recursos para invertir en una nueva ronda de inversión, y si está dispuesto a aceptar la dilución de su participación ante el ingreso de fondos más potentes.
Por último, que el inversor cuente con acuerdos o partnership con fondos internacionales, resulta un activo de gran importancia al momento de hacer escalable el proyecto a nivel internacional.