Josefa Villarroel – directora ejecutiva de la Aceleradora de Negocios y Cowork de la Universidad Adolfo Ibáñez – explica con franqueza los alcances y las limitaciones de algunas instituciones y herramientas del ecosistema emprendedor chileno. Un texto que excede largamente los rasgos locales, pues permite aprender y aplicar este aprendizaje a otras geografías.
FIA, Sercotec, Corfo y ProChile, son algunas de las instituciones del Estado que cuentan con múltiples recursos y herramientas para apoyar a emprendedores y empresarios brindando en conjunto grandes oportunidades. Sin embargo, la alta fidelización y, a veces, la dependencia que se genera por los usuarios a una institución específica y la poca conexión que existe entre las mismas instituciones, provoca que este potencial se diluya.
Pese a esto, al observar la forma en que se han estado modificando en los últimos años los programas de capital semilla, principalmente liderados por Corfo, es evidente cómo se ha tratado de generar intencionalmente un encadenamiento de los distintos programas.
El ejemplo más concreto de esto es el programa Scale Up – Expansión, al cual sólo pueden acceder emprendedores cuyos proyectos se hayan adjudicado previamente un fondo capital semilla de Corfo, PRAE, SSAF o Startup Chile, fondos que ayudan a los emprendimientos a su inicio y puesta en marcha. Scale Up busca dar un segundo impulso a estos proyectos, fortaleciendo su fase de escalamiento comercial con el objetivo de acercarlos a los fondos de inversión ángel o early stage.
Un segundo valle de la muerte es lo que ocurre cuando los proyectos comienzan su fase de escalamiento y no encuentran recursos o herramientas para superar esta etapa. No solo se trata de dinero, también se requieren otros conocimientos, como valorización startups, que en un ecosistema aun inmaduro, impiden a los emprendimientos avanzar sin apoyo.
Otro ejemplo es la norma establecida recientemente en el programa Capital Semilla de asignar un monto de $500.000 en forma exclusiva para la contratación de sus servicios a redes de mentores que han sido apoyadas por Corfo, forzando la vinculación entre estos dos programas. O los incentivos que reciben las administradoras de Fondos SSAF al conseguir que sus proyectos levanten inversión de fondos que en su mayoría se encuentran apoyados por Corfo.
Este énfasis de generar encadenamientos se observa a otra escala en el caso de los Centros de Desarrollo de Negocios que se han instalado en todas las regiones del país, liderados, principalmente, por Sercotec, y en el cual es posible encontrar asesoría de otras instituciones del Gobierno que entregan también recursos a emprendedores y empresarios. De esta manera, los centros de negocios se han constituido como la iniciativa con mayor presencia regional en esta línea y a partir de la cual, podrían llegar a generarse importantes impactos en la matriz productiva regional si efectivamente se logra concretar una oferta diversa e integral para cada etapa que enfrenta el desarrollo de un emprendimiento o empresa.
Si bien son indudables los esfuerzos que se han realizado para promover y generar un ecosistema emprendedor sólido en Chile, situándonos como titular de importantes medios internacionales o destacándonos en rankings, al observar la composición de los emprendimientos y su desempeño es posible señalar que más que un ecosistema global, lo que tenemos aún son ecosistemas isla que requieren de puentes que conecten estos mini ecosistemas para lograr generar efectivamente dinamizar la economía chilena.
La necesidad de puentes se hace aún más crítica cuando se suman nuevos actores como fondos de inversión privados, centros de emprendimiento e innovación o plataformas de crowdfunding, o cuando se trata de conectar nuestro ecosistema a otros ecosistemas en el mundo.
Links:
1) Startup Chile
2) Centros de Desarrollo de Negocios