Hace algunas semanas la revista Forbes, en su edición global, hizo mención al Prodem en un artículo que firmó Dane Stangler, consultor senior de la Global Entrepreneurship Network (GEN). Puntualmente, citó el Índice de Emprendimiento Dinámico (IDE). Acá exponemos una síntesis del artículo.
En una publicación difundida el 27 de diciembre del año pasado, Dane Stangler, consultor senior de la Global Entrepreneurship Network (GEN) y Director de Iniciativas Estratégicas del Bipartisan Policy Center, explicaba en el inicio de su artículo para Forbes que “una idea bastante estándar en el mundo de los consejos de productividad es que uno debe dividir las metas y los objetivos en tareas más pequeñas y manejables. En lugar de llenar su lista de cosas por hacer con cosas como ‘ponerse saludable’, debe identificar pasos concretos, como por ejemplo ‘comer verduras verdes frescas todos los días’ o ‘dar un paseo de 20 minutos’. Aplicando el mismo criterio, ¿cómo se deberían abordar las soluciones para la pobreza global, el cambio climático o la desigualdad de género?”.
Tras este disparador, Stangler explica que tal es la idea “detrás de ‘For Progress’, una iniciativa lanzada por Founder Institute (FI), un acelerador global de presemillas, que ayuda a emprendedores de todo el mundo a alinear su viaje de inicio, si así lo desean, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”.
A continuación, el autor narra su conversación con Jonathan Greechan, cofundador de FI: “‘Estamos tratando de reducir los grandes objetivos [los ODS] en partes más pequeñas y alcanzables’, dice Greechan. Y resume su pensamiento de esta manera: ‘Si reduces el ODS de pobreza a partes alcanzables, se puede activar a decenas de miles de emprendedores que construyen negocios’”
“¿Y cómo responden los emprendedores? Comenzando en la etapa de la idea, dice Greechan. FI trabaja con empresarios para generar impacto en el ADN de su empresa. No están obligando a nadie a tomar esta ruta. Pero Greechan dice que han visto que, incluso si un fundador no quiere orientar su startup hacia el impacto, las personas que quiere contratar pueden ‘querer trabajar para una empresa que tenga impacto social’. Y señala el ejemplo de Esusu, una startup enfocada en ayudar a más prestatarios a construir historias crediticias más sólidas. A principios de este año, la compañía recaudó una ronda Serie A de $10 millones, que incluyó la participación de Serena Williams.”
Y continúa Stangler: “FI’s For Progress es un esfuerzo no solo para avanzar frente a los grandes desafíos globales capturados en los ODS, sino también para abordar otros dos obstáculos. El primero: es difícil para cualquier individuo contribuir de manera significativa a la lucha contra problemas de gran escala como el hambre en el mundo o el cambio climático. O al menos sentir que existe alguna conexión entre sus acciones y los resultados para las personas en otros lugares. Porque ese individuo podrá reciclar, comprar electrodomésticos de bajo consumo y donar a ONG internacionales… pero la cadena causal está bastante atenuada entre esas acciones y el progreso de los ODS. Y ningún emprendedor va a montar una empresa con el objetivo lucrativo de ‘acabar con el hambre’. Pues simplemente no existe un camino que vaya desde aquí hacia allá. Si un fundador puede enfocarse en “una o dos métricas en las que puede tener un impacto positivo, ahora está activando esta larga cola de emprendimiento para el impacto social”.
Sigue explicando: “El segundo obstáculo que For Progress busca superar, es la dificultad que tienen las organizaciones existentes para tratar de incluir el impacto social en su trabajo. ‘No se puede simplemente tomar una empresa que ya ha venido funcionando por un tiempo, y reorientarla hacia el impacto’, dice Greechan. ‘Eso es principalmente marketing’”.
Estamos viendo hoy este movimiento para incorporar factores ambientales, sociales y de gobierno (ESG) en las estrategias y operaciones corporativas. Si bien existen numerosos esfuerzos para cuantificar y rastrear ESG y relacionar los factores con el resultado final de una empresa, persisten preocupaciones importantes sobre la efectividad y lo que se ha denominado como ‘green washing’ o ‘lavado verde’”, justamente la mención al disfraz de marketing que mencionaba antes el autor en boca de Greechan.
El IDE Prodem y las Startups de impacto
Luego, Stangle agrega más dimensiones a su análisis, para pasar a continuación a mencionar el IDE generado por el Prodem y el GEN:
“Si For Progress ayuda a las empresas individuales a resolver los grandes problemas globales, una pregunta relacionada, que Greechan y yo no discutimos, es qué podría significar eso a nivel de un ecosistema empresarial. ¿Es necesario cambiar algo con las organizaciones locales de apoyo al emprendimiento, para trabajar con nuevas empresas impulsadas por el impacto? ¿Tenemos una buena manera de medir lo que eso podría significar? ¿Existe, por ejemplo, una forma de comparar ecosistemas en función del impacto social?”
Y continúa:
“Coincidentemente, el Índice de Emprendimiento Dinámico (IDE) 2021 fue publicado el mes pasado por el Prodem, una organización latinoamericana enfocada en analizar y cultivar ecosistemas emprendedores vibrantes. El IDE, realizado junto con Global Entrepreneurship Network, es un intento de capturar las diferencias a nivel de país en el entorno de las ‘empresas dinámicas’. Esta noción, cita Stangle, ‘engloba proyectos emprendedores con potencial de crecimiento y empresas jóvenes que han superado la fase temprana de mayor mortalidad para convertirse (al menos) en una Pyme competitiva con potencial, e impulso para seguir creciendo’”.
“Esa definición es deliberadamente amplia. El Prodem reconoce que las empresas dinámicas, de alto crecimiento y alto potencial, transitan muchos caminos. No hay un tipo fijo”.
Y luego Stangler pasa a preguntarse: “Entonces, ¿cómo podríamos medir el impacto social de las nuevas empresas a nivel de ecosistema? Greechan, de FI, podría decir que no hay nada extra que hacer. Las empresas emergentes a las que ayudan con For Progress no se verán diferentes de otras empresas emergentes”.
Y agrega: “Hugo Kantis, uno de los creadores del IDE, probablemente estaría de acuerdo. Las dimensiones que componen el Índice incluyen ‘capital humano emprendedor’, ‘estructura empresarial’, ‘condiciones sociales’ y ‘capital social’. Se podría suponer fácilmente que estos incluyen alguna medida de impacto, o modificarse como tales.”
Y cierra Stangler con una pregunta general: “Pero todavía parece haber una brecha aquí, que necesita ser llenada. ¿Qué debe suceder a nivel del ecosistema emprendedor para garantizar que las ‘empresas dinámicas’, a las que apoyan, también estén progresando frente a problemas enormes y aparentemente intratables?”
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Analía Montero
FELICITACIONES!