Abrimos tres interrogantes sobre la situación en América Latina con base a un artículo del New York Times sobre la venta de empresas jóvenes en Estados Unidos.
El artículo de “Las tentaciones de las start-up” publicado hace pocas semanas por el New York Times (y traducido y reproducido por el diario argentino Clarín el pasado 23 de noviembre), nos muestra un panorama al cual hacen frente las nuevas empresas de base tecnológica y sus decisiones a futuro. El artículo presenta diversos casos que revelan el dilema de los emprendedores cuál si fueran personajes de Hamlet. “Vender o no vender, esa es la cuestión”. Pero también se agrega en este caso el dilema de cuándo es el mejor momento para vender, ilustrando con distintos casos y con opiniones de emprendedores (ver artículo aquí).
En tanto, en América Latina, el fenómeno de adquisiciones también ha venido creciendo, si bien presenta algunas características particulares, propias de las especificidades de los ecosistemas de la región. Una porción significativa de los volúmenes de capital inyectado son protagonizados por fondos de capital de riesgo del exterior o por empresas multinacionales, que buscan negocios innovadores, capacidades o simplemente estar presentes en los mercados latinoamericanos. Solamente en 2011, entraron en América Latina US$ 10.300 millones a través de procesos de adquisiciones y fusiones (LAVCA, 2012). Algunos ejemplos de empresas del cono sur que participaron de estos procesos son: Mercado Libre y Globant, de Argentina; Boo-Box, Brandsclub y Buscape, de Brasil e Interactive Networks y Pedidos Ya! de Uruguay. Se abre así una serie de interrogantes en tres niveles acerca de los efectos de estos procesos sobre:
a) la suerte de las nuevas empresas que participan de estos movimientos, existiendo distintos tipos de rutas previsibles. Por un lado están las nuevas empresas que se expanden gracias a la inyección de capital, con todos los beneficios para el país de nacimiento. En el otro extremo las que acaban deslocalizándose, llevándose con ellas los frutos de la cosecha. En el medio, las que cambian la composición y origen de capital pero siguen generando efectos beneficiosos para la economía local. El interrogante es en qué medida se dan cada uno de estos tipos de comportamientos, una cuestión que en Europa e Israel ha generado debates muy interesantes.
b) el rol de los emprendedores de estas empresas y la reasignación de sus capacidades, redes y capital (por ejemplo fundando o no nuevas firmas; invirtiendo en otras; convirtiéndose en mentores, etc.). El famoso efecto de reciclaje de capacidades emprendedoras, que es muy común en ecosistemas dinámicos. Más allá de lo que ocurra con las empresas estos emprendedores son un activo clave del ecosistema y en la medida en que sigan creando empresas o incluso invirtiendo en otras, deberá computarse el efecto positivo de la inyección de capital sobre este tipo de resultados indirectos.
c) el saldo neto sobre el ecosistema y su grado de desarrollo. Es el resultado de tener en cuenta los efectos de los cambios planteados en los dos ítems anteriores.
Estos temas merecen ser estudiados y seguidos con detenimiento para identificar de qué manera sacar el mejor partido de las oportunidades que se presentan y minimizar las amenazas. De esto trata, precisamente, el paper “Post-investment trajectories of Latin American young technology-based firms: an exploratory study” que hemos publicado en el Nº 2 del volumen 15 del Journal Venture Capital.