Varios países de América Latina vienen realizando esfuerzos para promover el desarrollo emprendedor. Pero faltan actores importantes, nuevos instrumentos, y también desarrollar las conexiones clave. Tales conclusiones pueden leerse en un reciente trabajo del Prodem, seleccionado por la Kauffman Foundation junto con otras 11 producciones (elegidas entre alrededor de 200 trabajos postulados desde todo el mundo). El artículo, con autoría de Hugo Kantis y Juan Federico, fue presentado en el International Research & Policy Rountable organizado por dicha fundación en Liverpool, Reino Unido, hace pocos días. En el trabajo se estudian las políticas nacionales en cinco países de América Latina, y se ofrece un diagnóstico general sobre el tema. Aquí, un resumen.
En los últimos años, el número de países con políticas de emprendimiento ha crecido de modo sustancial en América Latina. En particular, basado en las experiencias internacionales exitosas, el concepto de ecosistema emprendedor (EE) ha comenzado a ser adoptado como un modelo para el diseño y la implementación de políticas de desarrollo emprendedor en la región, en especial en el caso de proyectos dinámicos.
Sin embargo, en América Latina, la investigación sobre este tema es limitada, y está usualmente apoyada sobre la base de informes, resúmenes de mejores prácticas y documentos de trabajo publicados por instituciones internacionales. El presente trabajo busca contribuir a cerrar esta brecha de conocimiento, a través del estudio y reflexión sobre diferentes iniciativas a nivel nacional en cinco países (Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay).
Las principales cuestiones que orientan esta investigación pueden resumirse del siguiente modo:
1) ¿Cuáles son las tendencias centrales en la región, respecto de las políticas de emprendimiento y de estímulo a la innovación?
2) ¿Cuál es el papel que esas políticas han jugado en la creación y la sostenibilidad de los EE?
3) ¿Cuáles son los retos principales que las políticas y las instituciones pueden enfrentar, para fortalecer estos EE?
En pocas palabras, algunos de los resultados de este trabajo muestran que, si bien se ha avanzado en los últimos años, los EE suelen estar todavía poco desarrollados. ¿Por qué? Porque algunas áreas clave aún no han recibido suficiente atención (por ejemplo, los regímenes tributarios, o el sistema educativo) y porque algunos actores esenciales aún suelen estar ausentes, o con presencia muy limitada (por caso, los inversores de riesgo). En particular, las políticas han tendido a concentrarse en atacar ciertas fallas existentes en el funcionamiento de algunos mercados de factores, tales como el financiamiento y la asistencia técnica, pero dejando huecos importantes en otros factores clave desde un punto sistémico.
Por otra parte, las iniciativas a nivel nacional se han focalizado en apoyar a los proyectos existentes y a las empresas recién nacidas, mientras que son muy limitados o nulos los esfuerzos centrados en la fase de crecimiento. Más aún, no se ha atendido con políticas de largo plazo la necesidad de formación del futuro deal flow, es decir, de nuevos emprendedores y proyectos de empresas con potencial de expansión. Asimismo, los esfuerzos para desarrollar el capital emprendedor, en sus distintas variantes, han estado concentrados en pocos países, y subsisten importantes desafíos para lograr una oferta de inversión en las fases tempranas de los emprendimientos. El puente entre emprendedores e inversores es un área en la cual se requieren de esfuerzos importantes.
Por último, otras áreas clave para elevar la efectividad de los esfuerzos que se están realizando, tienen que ver con definir mejor los incentivos para los diferentes actores del ecosistema, y con promover el aprendizaje institucional a través del monitoreo y la evaluación, con vistas a lograr mayor calidad y efectividad.