Programa de Desarrollo Emprendedor

Newsletter 9 – Agosto 2011

¿Podemos clonar el Silicon Valley?

agosto 24, 2011

Un artículo del New York Times coincide con reflexiones del Prodem, planteando un interrogante de especial interés para América Latina: ¿es posible replicar en otras latitudes, la experiencia que fue cuna de Google y Apple?

El artículo apareció en marzo pasado y fue firmado por Steven Davidoff, en la sección Deal Book del diario neoyorquino. Allí plantea que, detrás de los startups más fulgurantes -llámense FacebookGroupon o Twitter–, además de las capacidades frecuentemente destacadas sobre sus emprendedores (visión estratégica, espíritu emprendedor, alertness emprendedor, etcétera), se encuentra una red de instituciones públicas y privadas, consultores, empresas, venture capital y otros agentes que, de una forma u otra, han colaborado para que estos emprendimientos alcancen una trayectoria tan exitosa.

Esta red de actores y relaciones, frecuentemente denominada ecosistema emprendedor, encuentra su cenit en el Silicon Valley. El texto plantea que, con distintos niveles de éxito, hay ecosistemas de este tipo en Boston, Chicago, New York y otras ciudades de Estados Unidos, Europa y Asia, que buscan recrear las condiciones del ya mítico valle del oeste norteamericano.

En este contexto se inserta la pregunta acerca de los “factores de éxito” del Silicon Valley. Porque ninguna otra experiencia ha logrado acercarse a sus resultados en términos de creación y radicación de empresas. Entre otros indicadores, se destaca que 35 de las 50 empresas que más capital de riego recibieron en 2010 están radicadas en el valle.

El artículo señala que el rol del sector público es clave para apuntalar la fortaleza del emprendedorismo. En el caso del “Valle de Silicio”, la demanda que generó el ejército americano en sus inicios fue fundamental para que comenzaran a radicarse empresas en la zona. Asimismo, grandes programas de apoyo público funcionaron con éxito en Corea del Sur y China, apuntalando ecosistemas dirigidos a la exportación de bienes y servicios.

Sin embargo, explica la nota, las acciones del sector público son una condición necesaria, pero no suficiente. Entre otros países, Francia, Malasia y Noruega fracasaron en sus programas para desarrollar ecosistemas virtuosos.

Así, se plantea que sin un sector privado dinámico y realmente involucrado en el desarrollo de los ecosistemas, es casi imposible replicar la experiencia del Silicon Valley. En este sentido, identificar una idea de negocio innovadora o desarrollar innovaciones radicales, son responsabilidades que necesariamente caen sobre los agentes del sector privado.

A pesar de todo, una vez leído el artículo, el desafío de cómo crear ecosistemas emprendedores potentes  se mantiene abierto… Lo que parece claro es que no existen recetas homogéneas respecto a cómo desarrollar una región virtuosa. Existen algunas pistas aproximadas a seguir, pero también deben atenderse las especificidades de cada idiosincrasia local, buscando potenciar fortalezas y paliar debilidades.

En este sentido, además de las políticas de apoyo del sector público y la dinámica emprendedora del sector privado, se debe repensar también el rol de las universidades, las cámaras empresariales, los sindicatos, el sistema financiero, los institutos de formación técnica. En resumen: hay que repensar el rol de todos los actores involucrados en el desarrollo de un ecosistema empresarial desde un abordaje sistémico, pero no genérico ni anacrónico.

 
 
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