Hugo Kantis es el autor de un texto en el blog del BID “Puntos sobre la i”, donde aporta una mirada acerca de los avances y desafíos que enfrentan los ecosistemas. En especial, se centra en el desarrollo institucional que se observa en varios países de la región.
El eje principal que enuncia Hugo Kantis en este texto apunta al desarrollo de distintas instituciones. Pero inicialmente plantea una analogía con el deporte, con una conclusión que luego desarrolla en el artículo: “Es importante comprender y fomentar el desarrollo de los ecosistemas, y para eso se necesita más que un jugador inspirado.”
Escribe luego el director del Prodem:
“Una dimensión clave a la que dedicaremos esta nota es la institucional. Los últimos años han visto nacer en varios países distintos organismos e iniciativas de fomento del emprendimiento. Por ejemplo, el Instituto Nacional del Emprendimiento en México, iNNPULSA en Colombia, la nueva política de emprendimiento de Chile y el Programa de Apoyo a Futuros Empresarios (PAFE) en Uruguay. El gobierno en Perú está avanzando hacia una política nacional de emprendimiento en tanto que el nuevo gobierno argentino ha creado la Subsecretaría de Emprendimiento. Y la lista de iniciativas es más larga.”
“El menú de programas es variado aunque suele incluir, en su versión más básica, el capital semilla y el seguimiento técnico de incubadoras o de otras organizaciones. En el otro extremo, el ecosistema en sí mismo comienza a ser foco de atención: los instrumentos financieros buscan cubrir distintas etapas del proceso de emprendimiento, se incluye el tema de la formación de capital humano emprendedor y se reconoce la necesidad del fortalecimiento institucional. Además, se busca comprometer a los actores privados, una de las grandes asignaturas pendientes que nos diferencian de ecosistemas más avanzados.”
Luego, Kantis detecta los siguientes desarrollos en la sociedad civil:
– se multiplica el número de universidades que incluyen alguna actividad o curso relacionado con la temática del emprendimiento;
– aparecen nuevas aceleradoras en tanto que otras se regionalizan;
– numerosas incubadoras buscan redefinir y fortalecer sus modelos de trabajo hacia versiones más lean;
– irrumpen algunos jóvenes empresarios que ya pegan la vuelta y reaparecen ahora como inversores, algunos a nivel nacional y otros incluso a nivel regional (lo que la literatura llama entrepreneurial recycling); algunos países avanzan en la simplificación de las normas y regulaciones para los emprendedores, y
– aumenta la cantidad de fondos y redes de ángeles, en este último caso con el apoyo del programa Xcala del Fondo Multilateral de Inversiones del banco Interamericano de Desarrollo (FOMIN) y la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo (IEEM).
Finalmente, el artículo advierte:
“Es fundamental acelerar no sólo a los emprendimientos, sino también a los propios ecosistemas. Y eso significa trabajar con su gente, en primer lugar, en el fortalecimiento de las capacidades profesionales y la construcción de redes a través de procesos, compartir lecciones aprendidas, buenas prácticas y desafíos no resueltos así como también facilitar la generación de relaciones informales y espacios para el surgimiento de iniciativas conjuntas que permitan ganar escala, masa crítica y complementariedades sinérgicas.”