Vera Álvarez es la primera mujer que preside la Fundación Argentina de Nanotecnología. En una nutritiva entrevista con la agencia de noticias de la Universidad Nacional de San Martín, marca los objetivos y las sinergias que espera alcanzar en su gestión. También es investigadora del CONICET con fuerte foco en el sector productivo.
La periodista Vanina Lombardi hace algunas semanas entrevistó a Vera Álvarez, ingeniera y primera mujer que preside la Fundación Argentina de Nanotecnología. Asimismo, es especialista en materiales e investigadora del CONICET. Reproducimos acá un resumen del artículo publicado por TSS, la agencia de noticias de la Universidad Nacional de San Martín.
Dice en el inicio: “Vera Álvarez es investigadora del CONICET e ingeniera en materiales por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), donde también es docente. Desde el inicio de su carrera se ha orientado a la investigación aplicada y hace alrededor de dos décadas que se interesa por los posibles modos de vincular los desarrollos científico-tecnológicos con el sector productivo. Fue secretaria de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNMDP y entre sus desarrollos se destaca la plataforma tecnológica para el desarrollo de bio-agroinsumos, UNIBIO, y un spray antiviral elaborado a partir de residuos pesqueros que logra inactivar al SARS-CoV-2 y otros microorganismos sobre superficies y telas por más de 24 horas. A lo largo de su trayectoria, Álvarez fue distinguida con el Premio Houssay en el área de ingenierías, arquitectura e informática, por sus investigaciones en materiales compuestos de matriz polimérica, y recibió el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO ‘Por las Mujeres en la Ciencia’, entre otros reconocimientos.”
“Desde hace tres años, Álvarez es vicedirectora del Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA/UNMdP-CONICET) y, desde el 22 de junio, se ha convertido en la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN).”
Le pregunta la periodista:
“¿La llegada a su nuevo cargo estaba prevista o fue algo sorpresivo?
Nosotros nos imaginábamos que iba a haber un cambio. El presidente anterior, Daniel Lupi, hacía 14 años que ocupaba ese cargo, y la evolución de la FAN requería de alguien más joven y que tuviera más que ver con la nanotecnología. Yo trabajo en estas temáticas desde hace más de 20 años. Por otro lado, también era interesante que pudiera hacerlo una mujer. Así que esa coyuntura y el hecho de que yo conozca internamente a la FAN, no solo por haber estado en el Consejo de administración, sino porque he participado en todos los programas que tiene, influenciaron en la elección.
La acompaña otra mujer, un dato relevante si se tiene en cuenta que, según el relevamiento realizado para el Mapa Nano, más de la mitad de los 2808 profesionales dedicados a la nanotecnología en Argentina son mujeres.
Si, hay más mujeres en el mapa nano, como también hay más investigadoras que investigadores en Argentina, que no justamente están en los rangos más jerárquicos ni en los puestos de toma de decisión, pero eso de a poquito se está tratando de corregir. Aunque sigue habiendo un techo de cristal, ahora tenemos presidentas en el CONICET y en la CNEA, por ejemplo.
¿Podría adelantar algunos de los objetivos o lineamientos que estén considerando para la FAN?
Creo que la federalización es fundamental, así como mejorar el vínculo con las empresas, ya sean las que están ahí incubadas o cuando vienen nuevas. Algunas están casi fundacionalmente, hace tres, cuatro o cinco años, y es importante evaluar cada una de las herramientas que tenemos, si el diseño sigue siendo el mismo o es nuevo, y cómo articular con los actores que ya tenemos. También es muy importante el vínculo con el MINCYT, queremos que sea muy fluido y en este momento tenemos un apoyo muy grande del ministro Filmus. Eso nos parece fundamental para poder hacer cosas, discutir el día a día, e incluso ir adaptándonos a los cambios, porque todo lo que tiene que ver con el desarrollo es una cuestión muy dinámica.”
Y más adelante prosigue:
“En cuanto a la transferencia de tecnología y la vinculación con las empresas, que es una de sus especialidades, ¿la idea es promover que los desarrollos nanotecnológicos pasen del laboratorio a una escala productiva y también vincularlos con empresas?
Exacto, puede ser tanto la generación de una empresa de base tecnológica (EBT), como la licencia de una tecnología tanto en patente como en know how. La idea es ayudar mucho a los investigadores en lo que es la protección de la propiedad intelectual, en cómo vincularse en ese sector. Todo esto, por supuesto, con las instituciones de las cuales cada uno dependa, porque el CONICET tiene su forma de trabajo en eso y cada universidad también.
¿Cómo ve al vínculo entre empresas y Estado?
Yo creo que ese vínculo es imprescindible para poder sacar las cosas que se hacen en los laboratorios y que le cambien la realidad a la gente, que es lo que buscamos. Ese vínculo tiene que existir y el Gobierno es quien tiene que ponerse entre el sector público y privado para generar instrumentos de financiamiento y para hacer fluir ese vínculo, y la FAN tiene mucho que ver con ese nexo.
¿Desde la FAN están trabajando al respecto?
Sí. Por un lado, vamos a relanzar el encuentro NanoMercosur. El último fue en el año 2017, en 2019 no lo pudimos hacer por el contexto electoral de entonces y luego lo impidió la pandemia. Por otro lado, hace tres años también que tampoco se hace la convocatoria a proyectos presemilla, que los últimos habían sido de un monto de 100.000 pesos y ahora esperamos poder llevarlo a un millón y cambiar de escala de proyecto. En agosto podría salir la ley de la bio-nanotecnología, que tiene media sanción en Diputados. Eso le va a dar beneficio fiscal a las empresas que trabajen en estas temáticas, con lo cual ahí vamos a tener que apuntalar en muchos proyectos públicos o privados. También hemos tenido reuniones con Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i, que nos ha ofrecido algunas líneas de financiamiento específicas, sobre todo del FONTAR, pensando en las empresas relacionadas exclusivamente a nano. Y nos estamos reuniendo con las instituciones del sistema nacional de ciencia y tecnología para organizar cosas conjuntas y aprovechar las potencialidades sin superponernos. La idea es armar redes para poder potenciar lo que ya se hace en nanotecnología. También queremos tener reuniones con las aceleradoras de productos de proyectos científicos en nuestro país, que son cuatro: Aceleradora del Litoral, Cites, Gridx y SF500.
¿Cuál es el aporte que la nanotecnología le puede brindar al desarrollo industrial?
En cuanto a qué cosas se pueden desarrollar, son infinitas. Durante la pandemia salieron los barbijos Atom Protect, que tienen nanopartículas. La nanotecnología también se usa mucho en agro, en remediación de agua, en biomedicina. Hay industrias de todos estos sectores, de cosas que utilizamos cotidianamente, como las plantillas para zapatillas, que eliminan malos olores usando nanopartículas de titanio o de plata. El campo de aplicación es muy grande, se podrían sustituir un montón de importaciones aprovechándola en nuestro país. Incluso, hay industrias que hacen nano sin saberlo, y eso también tenemos que ver cómo capitalizarlo y cómo hacer que se enteren que están en esta órbita, y que eso también puede darles nuevas opciones”.