Hace pocas semanas, la Fundación BBVA editó el libro “Familias empresarias y grandes empresas familiares en América Latina y España. Una visión de largo plazo”, cuyos diferentes capítulos fueron realizados por prestigiosos especialistas, con edición de Paloma Fernández Pérez y Andrea Lluch. Acá difundimos un resumen del capítulo dedicado al caso costarricense, con autoría de Juan Carlos Leiva Bonilla y Erick Guillén Miranda, del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Introducción
El objetivo de este capítulo es aportar al conocimiento sobre las empresas familiares (EF), específicamente las grandes empresas familiares (GEF), en Costa Rica. Específicamente el capítulo discute las causas que pueden ayudar a entender la continuidad y longevidad de las GEF en la Costa Rica del siglo XX. Durante dicho lapso, la historia económica costarricense puede dividirse en periodos claramente identificables, que constituyen la base sobre la cual el capítulo ha sido ordenado. Iniciando con un período que abarca hasta el año 1948, seguido por otro que va de dicho año hasta 1978 y concluyendo con un tercero que va de ese año hasta la actualidad, este capítulo muestra como el escenario económico costarricense se ha transformado, de uno dominado por una pequeña élite de familias a otro en donde compiten múltiples actores con menor presencia relativa de las GEF.
La magnitud de dicho cambio puede ilustrarse con solo una cifra. Hasta 1950 el café y el banano representaban no menos del 85% del valor de las exportaciones costarricenses. En caso del café, de los mayores productores entre 1930 y 1950, la mitad eran empresas familiares (55%) dominados en buena medida por una pequeña elite de familias que controlaban el crédito y la comercialización. En contraste, hoy en día el café no representa más de un 10% de las exportaciones y aunque la empresa familiar sigue siendo importante, son en su mayoría pequeños y medianos productores.
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En Costa Rica hoy en día el 95% de las empresas se catalogan como micros, pequeñas y medianas. Si consideramos que existen aproximadamente 49.000 empresas, el grupo de empresas grandes rondaría una suma aproximadamente de 2 450 firmas. Este conjunto de empresas (5% del total registrado), que son grandes, podemos dividirlo a su vez en dos bloques: empresas de capital extranjero instaladas en Costa Rica y las de capital local. Entre estas últimas se hallarían las GEF objeto de nuestro estudio.
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Modelo agroexportador y capitalismo familiar dominado por una elite de familias. De inicios del siglo hasta 1948.
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Este primer período de nuestra división histórico-económica costarricense estuvo caracterizado por la presencia de una elite de familias empresarias dominantes, con actividades empresariales muy ligadas al modelo agro exportador imperante de la época. Aunque esto no se tradujo mucho en GEF específicas que perduren hasta nuestros días, si encontramos algunas familias que han evolucionado y al día de hoy mantienen actividades económicas diversificadas que les permite mantenerse como protagonistas importantes del escenario socioeconómico costarricense. Las causas de lo anterior se originan tanto en elementos del entorno interno de las familias, esto es una serie de capacidades para aplicar diversas estrategias empresariales (diversificación, adquisiciones y alianzas) así como de adecuación al entorno externo (político, económico, social).
Modelo sustitutivo de importaciones y capitalismo familiar con nuevos actores. De 1948 a 1978.
En 1948 Costa Rica experimentó su última revolución armada, la cual enfrentó políticamente a dos fuerzas opositoras y su desenlace marcó un cambio en el estilo de desarrollo costarricense. Sin entrar a discutir las causas políticas de la revolución, en términos económicos podemos afirmar que el grupo ganador intentó mover al país de un modelo primario agro exportador a uno sustitutivo de importaciones.
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Como conclusión de este período histórico, podemos afirmar que los cambios sociales y económicos producidos a partir de la revolución de 1948 abrieron un conjunto de oportunidades que algunos notables emprendedores, provenientes de las clases sociales “ganadoras” del proceso, lograron capitalizar y sus hijos se han encargado de consolidar como veremos adelante. A la par de ello también encontramos notables emprendedores, provenientes de los grupos sociales “perdedores”, que igualmente han experimentado un proceso de crecimiento y consolidación de sus GEF.
Apertura económica y reconfiguración del capitalismo familiar. De 1978 a la actualidad.
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Esta etapa calza muy bien con la definida por Bertola y Ocampo (2010) como “reorientación hacia el mercado”, que arranca en 1980 para Latinoamérica, así como el período definido por Thorp (1998) como “crecimiento mediante deuda, desastre y reorientación”, a partir de 1973. En ambos abordajes se coincide en señalar cambios de paradigma, ajuste y apertura de mercados como la tónica imperante en los países latinoamericanos.
Un elemento adicional e importante del contexto externo fue que durante esta época se inició una reconfiguración de la división internacional del trabajo, que entre otras cosas produjo una expansión de la gran empresa corporativa (usualmente de países desarrollados), que en su búsqueda de eficiencia empezó a internacionalizar gran cantidad de sus procesos tanto administrativos como productivos. Como se verá adelante esto ha impactado enormemente a los países y en especial a la GEF sujeto de nuestro análisis.
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En respuesta a la crisis, Costa Rica cambia de modelo de desarrollo y adopta uno de corte neoliberal. Ejemplos concretos de las medidas tomadas como parte del nuevo modelo son los varios programas de ajuste estructural firmados por el gobierno del presidente Monge (1982-1986), así como la liberalización del sector exterior que se articuló en cinco áreas: desmantelamiento del proteccionismo, promoción de exportaciones no tradicionales, fomento a la actividad turística, abandono del tipo de cambio fijo y nuevas formas de integración económica.
Algunas cifras que pueden contextualizar el cambio: en 1945 las exportaciones costarricenses eran en un 84% café y banano. En 1980 las exportaciones tradicionales (básicamente café, banano, azúcar, carne y unos pocos productos agrícolas más) representaban el 57% del total mientras que para 2003 las exportaciones de productos no tradicionales eran el 87% dejando solamente un 13% para los tradicionales. Estos productos no tradicionales eran básicamente nuevos agrícolas (v.g. piña, melón, yuca) así como industriales.
Al día de hoy este modelo sigue imperando en Costa Rica. La canasta exportadora se ha diversificado notablemente, la dependencia de los productos tradicionales es mínima, la apertura de mercados es amplia, se han firmado múltiples tratados de libre comercio (Canadá, México, Centroamérica, EE.EE, Chile, Europa, Singapur, China), el turismo está entre los principales generadores de divisas, los regímenes de atracción de inversión extranjera directa en sectores de servicios e industria se han consolidado, entre otras cosas. No obstante hay coincidencia en que el modelo de desarrollo sigue en deuda en cuanto a muchos indicadores sociales.
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Es entonces en este contexto, donde la GEF y sus familias asociadas han tenido que desenvolverse, obteniendo de ello diferentes resultados. Por un lado, tenemos las quince empresas nacidas en las dos fases previas descritas en secciones anteriores de este capítulo. Ellas han crecido y se han visto fortalecidas por medio de procesos de mejoramiento de su competitividad, profesionalización, alianzas, así como algunos procesos de internacionalización. Por otro lado, muchas de las GEF creadas en el período anterior dejaron de existir como tales al ser fusionadas, adquiridas o absorbidas por otras empresas, mayoritariamente de carácter internacional que establecieron operaciones en Costa Rica a la luz del nuevo modelo de desarrollo. Adicionalmente tenemos empresas surgidas propiamente dentro de esta etapa histórica.
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Situación actual de la gran empresa familiar en Costa Rica
Esta sección presenta un esbozo de la situación actual de la GEF costarricense, utilizando para ello la muestra representativa de las veinte empresas más relevantes según la revista EKA (2010).
Un primer análisis de la situación de estas GEF (cuadro 9.1 al final de capítulo) deja ver que, en el año bajo estudio este grupo de firmas facturaron conjuntamente 2 597 millones de dólares, lo cual equivale a una facturación media anual de 129 millones de dólares. La compañía de mayor facturación alcanzó 575 millones de dólares y la de menos 55 millones. En cuanto al número de empleados, en total las 20 firmas emplean a 18 500 personas aproximadamente, con una media de 927 empleados por empresa. La mayor empleadora alcanza los 2 086 empleados y la menor llega a 217. Visto por antigüedad se tiene una existencia promedio en años de 44.5, siendo la más longeva de 81 y la menos de 22.
Sectorialmente hablando imperan los servicios y comercio, seguido por la producción o fabricación. En concreto ocho empresas se dedican a los servicios (3 de ellas de construcción, 2 medios de comunicación, 2 distribuidoras y 1 banco); siete al comercio (todas en productos de consumo masivo como electrodomésticos, autos, medicamentos), y cinco a la producción o fabricación (alimentos, productos domésticos como jabón y productos intermedios industriales).
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Conclusiones
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Si usamos como muestra las veinte GEF más importantes, así como otras que lo fueron y hoy no existen, podemos ver el reflejo de ese escenario descrito. Esto por cuanto coexisten empresas de viejo cuño surgidas de los sectores de elite tradicionales de antaño, empresas surgidas de los grupos “ganadores” de los grandes cambios de estilo de desarrollo experimentados por la nación costarricense, así como empresas de inmigrantes que en diferentes momentos han intentado aprovechar las oportunidades que se generaron en dicho entorno.
Indudablemente el entorno es relevante, pero por si solo no explica todo como señala el enfoque teórico de los recursos y capacidades. En esta línea, podemos apreciar como la capacidad de adaptación al entorno y sus cambios, explica en gran medida la continuidad y longevidad de las GEF costarricenses.
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