El clusterpreneur suele ser un agente clave en los casos más virtuosos de formación de clusters de empresas. Aquí, presentamos los rasgos centrales de este actor, así como las variaciones de su función a medida que se desarrolla el conglomerado empresarial.
Han pasado largos años desde que Michael Porter reconoció que la riqueza de las naciones tiene que ver con la competitividad de sus empresas, y que un factor clave subyacente para que ello ocurra, es la existencia de clusters dinámicos generadores de eficiencia colectiva.1
En los países en desarrollo el nacimiento de los clusters se conecta de manera particular con los fenómenos de creación de empresas debido a que, por lo general, la cantidad de empresas existentes en cada aglomeración no suele reunir la masa crítica ni la densidad empresarial observados en las experiencias internacionales. La existencia de un número de empresas subcrítico torna estratégico el tema de la ampliación de la base empresarial local.
Es habitual en la literatura de clusters concentrarse en las relaciones entre las empresas e instituciones y en la construcción de ventajas competitivas dinámicas. Un cluster puede comenzar a desarrollarse de diversas formas pero, en general, suele existir un momento clave en su historia, que está caracterizado por un evento disparador o catalizador. Los clusters suelen ser el resultado de procesos emergentes relativamente espontáneos pero también, con el tiempo, se han venido desarrollando cada vez más estrategias para generarlos en torno a determinadas aglomeraciones territoriales de empresas.
En las experiencias de fomento de clusters es posible identificar diversas iniciativas. La creación del cluster se puede dar como iniciativa del: a) gobierno –a distintos niveles: nacional, regional o local–; b) sector privado –una empresa y/o asociaciones industriales-; y/o c) sector académico –universidades y otras organizaciones de investigación. Sin embargo, en los desarrollos más virtuosos, suele existir un clusterpreneur, es decir, un emprendedor para el cual el cluster es vivido como su propio emprendimiento. El clusterpreneur es quien aporta a la construcción de una visión compartida, y quien anima los procesos de asociatividad.
¿Qué características tienen estos clusterpreneurs?
Los clusterpreneurs cuentan con una amplia red de contactos y con las habilidades propias de un líder, tales como: la facilidad de convocatoria y construcción de redes; capacidad de negociación para llegar a consensos; a veces poder político y conocimiento vasto sobre el tejido social en el que se construye el cluster. Entre otras funciones, el clusterpreneur maneja los recursos para garantizar la continuidad de la iniciativa en el tiempo, con autonomía y representatividad institucional.
La participación de este facilitador puede ir variando con la evolución del cluster. Cabe esperar que vaya disminuyendo a medida que el cluster crece, creando mecanismos institucionales propios y redes de autodesarrollo. Entender el rol que ocupa esta figura y la importancia que tiene para este tipo de aglomeraciones es clave en el diseño de políticas públicas que promuevan crecimiento y la auto-sostenibilidad en el tiempo de los clusters.
1 El concepto de cluster intersecta, aunque no es una identidad, con el de ecosistema de emprendimiento. Por ejemplo, el concepto de ecosistema coloca su foco en las dimensiones que inciden sobre la creación y el desarrollo de los emprendedores y de sus empresas, mientras que el concepto de cluster se interesa por las relaciones existentes en una aglomeración de empresas y con las instituciones de soporte en torno a la construcción de ventajas competitivas.
Fuente: Kantis, Hugo y Federico, Juan (2009) “Nuevos polos de empresas intensivas en conocimiento en Argentina: elementos conceptuales y análisis de casos seleccionados”; Ed. Universidad Nacional de General Sarmiento.