Quien afirma la frase del título es Manuel Tanoira, co-Fundador y director de políticas públicas de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA). Lo dijo en la entrevista que le hizo Pablo Ignacio Peralta, gerente de emprendimiento de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, en el marco del 8ST realizado en mayo de 2018 en Medellín, Colombia.
¿Cómo ves al ecosistema emprendedor de Argentina en este momento?
El ecosistema emprendedor argentino está en un nivel de maduración muy interesante respecto a la región. Tenemos un capital humano y un talento emprendedor de los mejores en América Latina, esto dicho no sólo por los académicos sino principalmente por los fondos de inversión que buscan talentos a la hora de invertir.
Claramente es un ecosistema que viene con muchos años de desarrollo. Institucionalmente desde fines de los años 90 hasta hoy, el ecosistema ha pasado de estar centralizado en Buenos Aires a empezar un proceso de federalización, que se ha intensificado y escalado en los últimos dos años.
Si bien hay ciudades como Córdoba, Rosario y obviamente Buenos Aires que han liderado ese escalamiento, ya estamos viendo “hubs” interesantes en otras ciudades del interior, lo que claramente viene consolidando un crecimiento en varias verticales del ecosistema, y eso hace que con el crecimiento regional, el ecosistema argentino se potencie aún más. Estamos en un buen momento para arrancar proyectos en Argentina, tenemos capital disponible en base temprana y tenemos obviamente muchas cosas para mejorar, que es lo que se está proponiendo del lado del Gobierno y de las organizaciones que apoyan el ecosistema.
¿Qué desafíos detectás en el corto plazo, en los que se podría intervenir o que ya se está interviniendo?
Argentina viene de 20 años de desinversión total, particularmente en el ecosistema emprendedor. El país invierte menos del 0,079% de su PBI en innovación. Sacar casos de éxito, generar impacto y producir empleo sin capital no se puede lograr. El argentino tiene que aprender a que debe apostar a su propio talento.
Por suerte todas las iniciativas que se lanzaron los últimos dos años están enfocadas en modificar y crear una cultura inversión en talento emprendedor. Creemos que eso se está haciendo, viene lento, pero es una política de largo plazo. No se transforma una cultura inversora en dos años. Esto es una política a 30 años que, si los argentinos aprendemos a mirar en largo plazo, vamos a ver los resultados en el corto.
Y pensando en mediano plazo, a tres o cinco años, ¿cuál será según tu criterio la evolución del ecosistema emprendedor argentino?
Yo creo que Argentina tiene un ecosistema muy maduro en términos de “benchmark” internacional. Incluso ha sido elogiado por los grandes ecosistemas del mundo: el Reino Unido, Silicon Valley e Israel han elogiado muchas de las políticas y de los emprendedores argentinos. No es casualidad que Argentina tenga cuatro de los nuevos “unicornios” de la región. Nos falta ser más federales, para que desde cada rincón del país cualquier emprendedor pueda lanzar un emprendimiento mirando al mundo como mercado, y no sólo a su pueblo o ciudad. Y que lleguen las mismas herramientas que le llega a alguien en Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe.
Creemos que ese trabajo se está haciendo con los emprendedores, las ciudades emprendedoras, los fondos de capital emprendedor, la reciente licitación del gobierno con más de 430 incubadoras con el fondo de Capital Semilla. Hoy todas las provincias están pensando iniciativas de fondeo para cada una de sus regiones, lo que ya está generando un impacto y crecimiento.
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