La bloggera de tecnología Sarah Lacy entrevistó hace algunos meses a Eric Ries, creador del concepto Lean Startup. Acá, un resumen de sus jugosos conceptos.
He pasado mucho tiempo poniendo los ojos en las palabras “lean startup”, porque –al igual que “pivote”- ha sido muy bastardeada.
Eric Ries y sus filosofías de la interación rápida, testeo de hipótesis y conversión de la iniciativa empresarial en una ciencia, pasaron de ser consideradas locas, a ser sobrevaloradas. En el medio, fue muy fugaz la etapa en la que se trataba simplemente de algo que las personas tenían en cuenta, y que era universalmente entendido.
Habría que echarle la culpa a su nombre engañoso. Pero también a los bloggers de tecnología, que no tienen tiempo para leer su libro.
Pese a ello, estamos aquí también para ser parte de la solución. Si usted piensa que lean startup no tiene nada que ver con el dinero que gana o el número de personas que emplea, mejor lea la entrevista con Ries a continuación.
Sarah Lacy: ¿Cómo empezó todo esto?
Eric Ries: Comenzó de un fracaso. Yo no era el empresario más exitoso en la historia, ni mucho menos. Crecí como un tecnólogo. Era el chico en el sótano de los padres, el chico que no tenía suficientes amigos.
Cuando empecé a hacer esto profesionalmente, estaba construyendo lo que pensé era una tecnología impresionante, que nadie más estaba usando. Pero fue muy doloroso y muy vergonzoso. No dejaba de pensar que había llegado a algo sumamente innovador, pero no fue así…en absoluto.
Cuando finalmente fundamos IMVU, quería hacer las cosas de manera diferente. No quería pasar oculto por años y años, para luego poner en marcha algo que la gente no habría de utilizar. Mi intuición era que, si teníamos un ciclo más acelerado, si podíamos interactuar rápidamente y liberar productos más a menudo, íbamos a poder incorporar a los clientes dentro del proceso mucho antes.
Hablar con los clientes no es hacer lo que ellos dicen. No es pedir opiniones o hacer focus-groups.
Y funcionó. IMVU no era la empresa más grande de todos los tiempos, pero era una empresa muy rentable.
La gente no tenía ni idea de lo que yo estaba hablando cuando explicaba cómo estaba construyendo esa empresa. Cuando lanzas una búsqueda de Capital Emprendedor, a los inversores les gusta que se acerque un veterano tecnológico con pelo canoso para investigarte. Yo tenía 25 años cuando empecé la compañía, era el joven director de tecnología, y los inversores me trajeron a su experto técnico. Le explicaba que nosotros hacíamos el despliegue continuo, y él me decía: “Oye, no es así como se hace …”. Pero yo era demasiado estúpido como para saber que todo lo que tenía que hacer era decir “sí señor”, y cobrar el cheque. Yo le contestaba: “No, déjeme mostrarle la evidencia…”
¡Y fallamos en el due dilligence tecnológico! Me sorprende que los otros cofundadores no me mataran entonces.
SL: O al menos que no te echaran. Matarte podría haber sido un poco exagerado.
ER: Todos nos identificamos tanto con la empresa, que yo habría tenido dificultades para reconocer la diferencia.
Hemos tenido esta reacción todo el tiempo. Nos gustaría contratar técnicos con experiencia y que en su primer día de trabajo, encuentren un fallo, lo arreglen y envíen el código. Estaban acostumbrados a una empresa que lanzara un código cada 18 meses. Tendrían un ataque de pánico. “Esto no es como se hace. Deja que te ayude a desarrollar un proceso más maduro “, decían. Y a mí me gustaría ser del tipo: “No, tú trabajas para mí.”
Se convirtió en mi trabajo ser el “gran explicador”. La gente me llevaba a sus empresas para asesorarlos y la gente gritaba diciendo que lo que estaba describiendo posiblemente no podría funcionar.
SL: ¿En qué año fue eso? Porque lo que estás describiendo parece muy común ahora.
ER: Era 2004. Yo acuñé la frase “Lean Startup” en el otoño de 2008, no hace ni cinco años. En ese momento la gente pensaba que era un loco total. Así que mucha gente realmente pensaba que estaba desquiciado. Rápidamente se convirtió en un lugar común, mucho más de lo que podía haber imaginado.
Empezamos diciendo que algo es estúpido, hasta decir que estamos cansados de usarlo, sin siquiera haber participado en una etapa de su uso. Así es como me sentía. Pasó un día que, de ser la cosa más estúpida del mundo, comenzó a ser sobrevalorada. Aquí es de donde se sacan tantas ideas falsas. La gente se pregunta “¿Qué es?” Y se dirá: “No lo sé, pero estoy cansado de eso.”
Gran parte del desafío con la metodología Lean Startup reside en que es muy matizada. No puedes llevarla todo el tiempo, porque sólo correrás en círculos. Se trata de saber cuándo hacerla girar (…)
SL: Por cada regla, -por caso, la regla que dice: se debe levantar el mínimo de dinero posible-, se puede encontrar un ejemplo de alguien que sobrevivió –siguiendo con el ejemplo: sobrevivió porque levantó la mayor cantidad de dinero posible. Hay personas que mueren por la gestión experimentada, y otros que dicen que eso va a matar a una empresa. Hoy es popular decir que uno debe centrarse en los ingresos desde el primer día, pero hay un montón de empresas que habrían muerto haciendo eso. ¿Puede haber entonces una ciencia para algo que es tan individual y específico?
ER: (…) Todo es cuestión de lo que es apropiado para el contexto. Hay un tiempo y un lugar para levantar dinero, y un tiempo y un lugar para centrarse en el diseño. La gente dirá: “Quiero hacer lo que hizo Steve Jobs”. Bueno, puede que no esté en la misma posición que Steve Jobs. Cada uno tiene que averiguar lo que podría funcionar para cada cual. (…)
SL: ¿Cuál es el objetivo final? ¿Las personas estudian este método y obtienen el equivalente a un MBA?
ER: No es como hacer un MBA. El emprendimiento es una ciencia aplicada, tienes que aprender haciéndolo. (…)
SL: ¿Cuál es el mayor malentendido acerca de su trabajo?
ER: El error más común es que se trata de dinero. No tiene nada que ver con la cantidad de dinero que uno levanta o de cuánto dinero gasta. De hecho, todas las empresas que hicieron el estudio levantaron un montón de plata. No tengo ni idea de dónde viene esa idea.
SL: ¡Creo que viene del nombre! Para mí, “lean”, o “ajustada”, no implica que su empresa no sea voluptuosa.
ER: Bueno, es un buen punto, pero yo tomé lean de “lean manufacturing”. Curiosamente, he hablado con la gente de la antigua “fabricación ajustada”, y dijeron que ellos tenían ese problema también. La gente pensaba que “lean manufacturing” significaba ajustar personas y no el gasto de capital.
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