Hace algunos días se realizó un nuevo encuentro de protagonistas del GEIAL (Grupo de Ecosistemas Inteligentes de América Latina), otra vez organizado por Prodem. En este caso se trató de protagonistas del ecosistema colombiano, y nuevamente el intercambio resultó sincero y enriquecedor. Las cuatro ciudades representadas fueron Cali, Barranquilla, Manizales y Medellín.
Los participantes de la reunión virtual fueron los siguientes:
- Juan Federico, de Prodem
- Cecilia Menéndez, de Prodem
- Cristina A. Fernández (Coordinadora/moderadora)
- Jairo Castañeda, de Barranquilla
- Ana Carolina Martínez, de Cali
- Marcela Escobar, de Manizales
- Andrés Calle, de Medellín
A continuación, la transcripción editada del intercambio:
Cristina A. Fernández (CAF): Buenas tardes, hoy tenemos a representantes de cuatro ciudades de Colombia –Cali, Barranquilla, Manizales y Medellín– para conversar sobre las luces y sombras de lo que es la construcción de un ecosistema. Esto va a ser una conversación sobria y realista sobre el trabajo que está llevando a cabo cada uno de los cuatro entrevistados, y queremos presentarles estas ciudades a nuestros oyentes y a quienes nos leen, a partir de una metáfora sobre una serie. Una serie tal vez en Netflix, tipo documental, que vaya contando cuál es la trama por la que ustedes pasaron para posicionar a sus ciudades como amigables para el emprendimiento y las dimensiones, que en el GEIAL se han tenido en cuenta. Para comenzar me gustaría darle la palabra a Jairo, de Barranquilla, para conocer cuál sería el título y la trama de la historia de Barranquilla en cuanto a su ecosistema de emprendimiento.
Jairo Castañeda, de Barranquilla: Antes que nada, Cristina y todos los compañeros, buenas tardes. Un gusto poderlos saludar y compartir este espacio con ustedes. Es una pregunta difícil colocar un nombre de una serie a un ecosistema que tiene tantos matices, tantas características y ha tenido tantos cambios. En ese sentido yo lo asemejo a un viaje en el que el ecosistema ha ido desarrollándose, madurando y evolucionando. Hay unos propósitos no del todo comunes para todos pero sí en el largo plazo. Yo diría que podría ser “Viaje a las estrellas”. Un viaje que arranca y nunca se sabe cuándo termina. Y en cuanto a la trama, bastante complejo, en base a la serie Vikingos, en diferentes momentos del tiempo hay diferentes liderazgos, diferentes tipos de alianzas para propósitos comunes pero también hay conflictos entre los diferentes grupos que hacen parte. Pero a pesar de todo se van desarrollando ciertas campañas que van permitiendo el logro de ciertos objetivos, muy a pesar de que existen diferencias. Hay colaboraciones, hay articulaciones, y situaciones difíciles que evitan que se alcancen las metas y que obliguen a replantear muchas oportunidades. Creería que esa pudiese ser una trama interesante y muy ajustada a la realidad que vivimos en el ecosistema de Barranquilla.
CAF: Gracias Jairo. Ya vamos a ahondar en cuáles te parece que podrían ser los capítulos principales y esos episodios tal vez. Si seguimos con Ana Carolina, de Cali, en cuanto a la serie, ¿cómo se llamaría y cuál sería el argumento transversal de esta serie?
Ana Carolina Martínez, de Cali: Ok, Cristina. Yo creo que hay que apelar a algo que para Cali es importante y es que ha sido conocida por su pasión, por la salsa, por el sabor, por unos ciudadanos vibrantes y trabajadores incansables. Y creería que a la luz de eso podríamos decirle “Cali sabor emprendedor”. Sí. Y creo que esa trama tiene que ver con una serie muy juvenil, atrevida, especialmente porque nosotros tenemos una buena cantidad de población joven. Que es realmente donde se está emprendiendo en este momento y que son personas que quieren desafiar las normas establecidas, que quieren crear impacto en la comunidad, que quizás a veces la ciudad se les queda pequeña. Siendo una ciudad intermedia o de las grandes en Colombia pero que implica generar aspiraciones más allá. Sí, entonces creo que esa es la trama alrededor del ecosistema. Estos emprendedores que se la están jugando por ir más allá y con muchos retos en ese sentido.
CAF: Muchas gracias Ana Carolina. Marcela coméntame un poquito de Manizales. ¿Cómo se vería ese documental?
Marcela Escobar, de Manizales: Bueno, Cristina, muchas gracias. Un gusto estar aquí con todos ustedes. Yo creo que el documental sería “Más allá del café”. Esta es una región que todo el mundo reconoce por el café, pero que a través, digamos, de la alianza, hemos logrado llevar el ecosistema a como lo dice el estudio, pues son los resultados a liderar muchos de los componentes o de los pilares del desarrollo del ecosistema de emprendimiento y que ahora da un gran paso a una mirada de ecosistema de innovación orientados sobre todo por un tema de ambición, de visión global y de innovación. Entonces, a pesar de que todo el mundo piensa que somos café y por eso nos reconocen, hay mucho más allá en la conversación, en temas de software de conocimiento, de biotecnología, y de una ciudad con una cantidad de estudiantes per cápita por encima del promedio nacional, que se ve reflejado finalmente en todo el desarrollo del ecosistema.
CAF: En tu caso, Andrés, ¿cuál sería el título de la serie que cuenta la historia de Medellín como un ecosistema de emprendimiento, la trama principal y si ya de una vez nos comentas los actores principales y secundarios que incluirías?
Andrés Calle, de Medellín: En mi ciudad casi todo lo que conozco, lo entiendo desde la historia. Entendiendo que Medellín es una ciudad mediana, la segunda ciudad más grande del país. Nosotros hemos pasado por diferentes momentos históricos que sientan las bases de su siguiente etapa. Entonces, como tal, yo tendría casi un docudrama. Nosotros tendríamos aquí una película de acción, una serie de acción con componentes de drama bastante fuertes, el título que yo le pondría sería “La cuarta fundación” porque nosotros nacemos, pues, es una historia bastante interesante desde su contexto. Nosotros éramos un valle muy chiquito donde básicamente era un pueblo de recreo, de la élite de la región. Después entonces nos convertimos, gracias a la extracción de recursos naturales, en una ciudad extractivista. Entonces digamos que se empiezan a generar determinados capitales, determinadas riquezas, que permiten ya entrar a ser modelos de comercialización que nos convierten en una ciudad históricamente industrial y comercial en el país. Ya para finalizar el siglo pasado, Medellín toma la decisión de generar un ecosistema de emprendimiento e innovación por diseño. ¿Qué quiere decir? Que nosotros en nuestro ecosistema, siempre tenemos el apellido de emprendimiento, innovación, porque entendiendo nuestras características, nuestras dificultades logísticas, nuestras características culturales, sabemos que la competitividad no puede pasar por un elemento de producción de bienes porque es muy compleja la salida de estos estos productos. Entonces era claro que a través de economías basadas en conocimiento, de desarrollo de nuevas tecnologías y procesos de innovación al interior de las organizaciones, podríamos crecer en productividad. Entonces esa sería la cuarta fundación de la ciudad y a partir de la cual estamos nosotros hoy construyendo nuestra historia, y nuestro siguiente escalón. Adicionalmente quise poner esos cuatro momentos, haciendo también referencia, pues, a la Cuarta Revolución Industrial que estamos hoy atravesando, que entonces también sientan las bases de lo que nosotros estamos buscando. La trama sería básicamente, cómo Medellín hace el tránsito, de ser una ciudad muy industrial, a ser una ciudad de emprendimiento de base tecnológica, en un contexto socio-político y socio-cultural completamente complejo que se vive a finales del siglo pasado, con todas las problemáticas que vale la pena mencionar y que son completamente conocidas a nivel internacional: con todos los procesos de asentamiento de grandes capitales del narcotráfico y que traen una importante capa de violencia. Nosotros en 1980 éramos la ciudad más violenta del mundo. Entonces, ¿cómo va ese drama? También sirve de una u otra manera, a refundar esta ciudad, a repensarla, a buscar qué otros elementos podrían para nosotros ser válidos para la construcción del Medellín que queremos.
CAF: Como comentaste que fue una decisión pensada, ¿nos podrías decir quiénes fueron los tomadores de esa decisión, principalmente?
Andrés Calle, de Medellín: CUEE, el Comité Universidad-Empresa-Estado. Yo creo que Medellín fue la ciudad que inicia este proceso. Nosotros tenemos ese comité fundado y formalizado desde finales del siglo pasado, del 99, y es una reunión básicamente que hacen diferentes entidades, en ese momento se hablaba de la triple hélice. Hoy se habla de la cuarta. En ese momento fue universidad-empresa-estado con representantes de cada uno de estos sectores, por ejemplo, Alcaldía de Medellín, por ejemplo, las universidades más grandes de la ciudad, también los grandes empresarios. Porque, como decía, esta ciudad a mediados del siglo pasado, era la ciudad industrial del país. Unos importantes empresarios empiezan entonces a generar este encuentro: es un espacio-encuentro donde se quiere repensar la ciudad y ahí entonces es donde se define que no podríamos ser competitivos haciendo lo mismo que veníamos haciendo. Ya lo mencioné: ciudad industrial y de productividad de bienes no es posible, porque nosotros tenemos unos costos logísticos altísimos, que están obviamente relacionados con nuestra geografía, con nuestras vías y demás. Entonces es en ese momento cuando, a partir del CUEE y otros actores que se empiezan a vincular en este ejercicio, toman la decisión de definir que Medellín necesita un nuevo futuro, que Medellín tiene que tener una nueva visión y esa visión se enfoca o se encamina a la generación de nuevos emprendimientos o nuevas empresas de base tecnológica. Es ahí donde se toma la decisión de, por ejemplo, en 2009, fundar la Corporación Ruta N, de la cual hago parte y que en ese momento, entonces, la corporación iba a ser el abanderado, el actor que tenía la obligación o la tarea de articular a los demás actores del ecosistema.
CAF: Interesante. Gracias Andrés. Volviendo al caso de Barranquilla… Jairo, lo describiste como un viaje a las estrellas pero con sus desafíos y sus momentos excelentes que también han tenido en la ciudad. Me preguntaba si hay puntos de inflexión en ese viaje que están descriptos por actores que comenzaron a activar. Ya sea por actores principales o actores secundarios, generalmente en cualquier serie, ellos marcan el comienzo o fin de algunas tendencias.
Jairo Castañeda, de Barranquilla: En ese viaje ha habido diferentes momentos. Desde cuando se empezó a hablar de emprendimiento a principios de la década del 2000 y 2010, las universidades empezaron con los primeros programas de emprendimiento. Se trabajó en una primera incubadora de empresas de la ciudad hasta hoy, ha habido diferentes etapas, diferentes evoluciones, diferentes involuciones y retrocesos con actores que han venido marcando el liderazgo o marcando ejemplo. En su momento alianzas que se han hecho o han sido importantes como cuando se creó la primera incubadora –la incubadora del Caribe– que cerró varios años después y hubo un pequeño bache. Por momentos el liderazgo ha sido tomado en término de dinamización de ecosistemas por parte de la Cámara de Comercio de Barranquilla. Por momentos han sido las universidades quienes han estado tratando de dinamizar el ecosistema y digamos que esos actores siempre han sido comunes con diferentes roles. Por eso hablaba de la serie Vikingos, donde en algunos capítulos son unos personajes los protagonistas, y en otros capítulos son otros, dependiendo de la etapa. Pero definitivamente el hilo central, el hilo conector siempre han sido dos: primero, los emprendedores, que siempre han estado ahí como un material de formación y de motivación, que han sido las principales barreras. Cómo motivar a los estudiantes para que emprendan y, luego, como motor generando esas iniciativas que son de mostrar, que son de presentar al resto del ecosistema y al mundo que vale la pena trabajar en emprendimiento. Y el otro actor son los dinamizadores del ecosistema, todo el conjunto de instituciones tanto públicas como privadas que de una u otra forma han venido no solamente colaborando sino también, muchas veces, desarrollando iniciativas propias para acelerar los ecosistemas. Hay muchos actores que se destacan, por ejemplo, la Cámara de Comercio de Barranquilla y la Universidad Simón Bolívar que ha jalonado y marcado el ejemplo en una clara ruta de desarrollo, los Centros de Emprendimientos por lo menos de la Universidad de la Costa que también tienen mucho dinamismo, el Centro de Emprendimiento dentro de la Universidad del Norte, y otras muchas instituciones privadas como Endeavor o unas recientes que han llegado al ecosistema, como Fifty One Labs. De una u otra forma contribuyen a que ese dinamismo vaya migrando o vaya evolucionando.
CAF: Entendido Jairo. Gracias por esa explicación de la diversidad de actores. Pero pensando un poco en la producción de la serie, ¿podrías decirnos si alguno o algún grupo de todos ellos que mencionaste son quienes deciden la dirección en la que va este viaje?
Jairo Castañeda, de Barranquilla: Yo creo que si en algo tenemos que mejorar como ecosistema, es en esa parte de la dirección de la serie. Digamos que hay unos espacios de coordinación que coexisten. Por lo menos está la Comisión Regional de Competitividad, a quienes mis colegas conocen porque en sus ciudades será un caso similar, están los Consejos Departamentales de Ciencia y Tecnología, está el Comité de Empresa-Estado, está la Red de Emprendimiento del Atlántico… Digamos que son espacios donde se aborda el mismo tema del emprendimiento pero a pesar de que existen ahí espacios donde los mismos actores discuten, no necesariamente hay un actor que lleve la batuta o el liderazgo. Y eso se convierte en una dificultad. Entonces hay lideres locales por momentos, instituciones que de una u otra forma se destacan en ciertos ámbitos. En el tema de emprendimiento de base tecnológica, la Alcaldía de Barranquilla ha desarrollado un trabajo muy interesante. En temas de aceleración, por lo menos Endeavor ha venido trabajando con unos programas bien interesantes. En temas de crecimiento, la Cámara de Comercio en alianza con la Fundación Santo Domingo y Endeavor vienen desarrollando ciertos programas. Si tuviera que dividir la serie por capítulos, pudiéramos enfocarlos ya sea en tipo de emprendimiento o en etapa de emprendimiento, y tendríamos que asignar como directores a cada una de esas entidades que vienen marcando una pauta en esa etapa específica o en ese tipo específico de emprendimiento. Un solo líder que se destaque en todo el ecosistema… no me atrevería a colocarle a alguien esa responsabilidad, porque en verdad es un trabajo más de todas las instituciones. Por momentos colaboran, se articulan o sencillamente se destacan en algunas actividades.
CAF: Gracias Jairo por esa visualización en cuanto a los diferentes episodios que incluirías en la serie. Ana Carolina, dijiste que Cali pudo capitalizar la energía juvenil, atrevida, ¿quiénes fueron esos actores que pudieron canalizar eso hacia el emprendimiento y la innovación?
Ana Carolina Martínez, de Cali: Yendo un poquito hacia la historia y pensando en cómo se fomenta esa cultura emprendedora en los jóvenes, pues en el caso de Cali y en el caso del país puedo decirlo… la universidad ICESI ha sido relevante. La universidad ICESI crea su centro de desarrollo espíritu empresarial en el 85, lo cual es un tema nuevo, diferente, y empieza a hacer un ejercicio no solo en la ciudad sino también en el ámbito nacional. Y empieza a trabajar estos temas de espíritu empresarial, y cómo eso se va permeando a otras universidades. Hoy podemos mencionar que hay un gran grupo de universidades dentro de la ciudad que vienen generando una cultura emprendedora. Y ahí, que sean los jóvenes quienes más están con esta chispa y con todo este proceso. Hoy tenemos alrededor una iniciativa que es nacional pero que se maneja por nodos. Es muy activa en la ciudad la red de emprendimiento universitario REUNE. En este caso en el nodo del Valle del Cauca como departamento. En ese sentido creo que ha sido la academia un actor supremamente relevante en este proceso. Más recientemente hay todo un ejercicio donde la Cámara de Comercio de Cali empieza a ser un articulador y empieza a buscar que el ecosistema y que la ciudad como tal empiece a avanzar en su dinamismo. A partir de algo que se ha vuelto un elemento clave para la ciudad, tiene que ver con la creación de unos clusters. Y ese motor de esos clusters de alguna manera, pues, viene mostrándose como un elemento significativo. La ciudad también se caracteriza por tener zonas francas. Esas zonas especiales, donde hay ubicación de empresas con ciertos beneficios. Nosotros estamos muy cerca del puerto de Buenaventura, y eso también nos ayuda en un ejercicio de comercio, y eso también ha sido importante para la ciudad. Hay otras otros actores más, desde el lado departamental, que es la gobernación, a través de un programa muy reciente que se llamaba Jane, donde también se ha generado un elemento importante. Hay muy recientemente y muy derivado de la pandemia, un ejercicio que se llama Compromiso Valle, donde hay empresas grandes, empresas más pequeñas, hay diferentes actores buscando una unidad y también trabajar un poco los momentos de crisis a través de esta pandemia, y creo que también hay un vínculo con los nacionales.
CAF: Gracias. Quería preguntarle a Marcela: ¿si fueses a chequear quiénes son los actores principales, los secundarios, los que dirigen y los que producen, cómo los describirías?
Marcela Escobar, de Manizales: Bueno, Cristina, estoy escuchando el caso de Barranquilla… Acá ha sido diferente porque Manizales Más nace 11 años atrás en un momento de crisis, o sea muy difícil, donde nos quedamos sin agua, sin gas. En un momento de cuestionarse la ciudad nace una alianza, de 14 actores, para el desarrollo del ecosistema de emprendimiento como el esfuerzo de Ruta N. Pues en una pequeña dimensión y de ahí se establece una gobernanza. Yo diría que los actores principales, pues son los aliados del proceso. Esto nace como una iniciativa de la Fundación Looker, y luego donde se articulan todas las universidades, Alcaldía, gobernación, empresa de energía, Final Futuro que es una microfinanciera, Ruta de emprendimiento, ANDI, entre otros. Entonces todos estos actores se sientan en la mesa para decir ¿cómo vamos a transformar el ecosistema y cuál es la apuesta de esta ciudad, hacia dónde vamos? Y eso, pues, empieza a ser un movilizador, no solo del emprendimiento, sino que a partir de la crisis, de otra cantidad de movimientos de ciudad. Entonces digamos que ahí tenemos realmente un protagonista que tiene un nombre, una marca, que es Manizales Más. Pero realmente se expande en todos estos actores donde, digámoslo así, es como si fuera una sinfonía. Hay un director de orquesta, pero sin el pianista, eso no es posible, sin el que toca el platillo, es imposible. Entonces lo que hace Manizales Más es que motiva a los actores a darles una dirección en ese camino. Los primeros 11 años fueron enfocados 100% al emprendimiento. Entendiendo como un esfuerzo por el desarrollo económico, con resultados muy concretos, como la creación de más de 3 000 nuevos empleos, como la exportación por primera vez de muchas empresas y como resultado del análisis del GEIAL por ejemplo, incremento de 20 puntos porcentuales en la supervivencia de las empresas de la ciudad. Digamos que hay un ejercicio muy colaborativo donde todos los actores están sintonizados. Encontramos, por otro lado, una mirada nueva de decir: bueno, ¿cómo vamos a empezar a trabajar ecosistema de innovación? Porque entendemos que son cosas diferentes, que tiene actores y mediciones diferentes, motivantes diferentes, creo que en muchas partes del mundo se unen. Realmente no sé cómo funcione, pero por lo que hemos estado estudiando son distintos y las motivaciones son distintas, entonces ahí hay que hacer un esfuerzo colectivo. Y digamos que ahí entra nuevamente Manizales Más a decir: este puede ser el camino y a liderarlo, pero es básicamente como un director de orquesta, donde cada músico, y cada actor que está ahí, aporta, desarrolla, propone, construye y crea intervenciones en el ecosistema que tienen impactos súper potentes. Sin eso no sería un ecosistema, sería solamente una institución.
CAF: Excelente. Volviendo al tema que nos une aquí, sobre las ciudades colombianas que lideran en el reporte de GEIAL, en esta primera edición, en dos dimensiones: cultura y formación emprendedora. Quisiera preguntarles, si tuviesen que compartir con el mundo algunas buenas prácticas, ¿cuál sería la mejor experiencia que han tenido en cuanto a resultados para lograr ese liderazgo en las dos dimensiones, o en una de ellas por lo menos? Ana Carolina te cedo la palabra al ser vos de la universidad.
Ana Carolina Martínez, de Cali: Cristina, yo quisiera remontarme a algo que pasó en el país: en 2006, cuando estábamos con la primera Ley de emprendimiento, se dio un programa con el BID, que impulsó un programa en Colombia que se llamó Jóvenes con Empresa y de ahí se hizo un ejercicio de formación de muchos docentes dentro de diferentes universidades en Cali, Medellín y Bogotá. Cada universidad adoptó esa metodología. La mejoró, la potencializó y empezó a generarse cultura emprendedora en las universidades. Empezaron a surgir las unidades de emprendimiento, empezaron a surgir un montón de elementos alrededor del concepto de competencias emprendedoras, y creo que cada universidad ha ido generando acciones en ese sentido. También ha ocurrido algo, porque sé que muchas universidades lo hemos hecho, y es cómo llevamos esto también al colegio: a la primaria, la básica, la media e incluso en un ejercicio de trascender desde ahí, pensando que las capacidades y las competencias no se forman cuando ya tienes a un joven de 21 años, sino desde antes. Entonces sé que todavía nos falta mucho en ese sentido, hay que seguir siendo crítico en eso, pero creo que ha sido clave la formación de formadores. Creo que ha sido clave la definición de unas competencias, unas capacidades para poder definir qué es eso que queremos formar de alguna manera. Creo que ha sido, pues, relevante.
CAF: Gracias Ana Carolina. Y en el caso de Barranquilla, Jairo, en cuanto a cultura y formación emprendedora, ¿qué lecciones pueden compartir?
Jairo C. de Barranquilla: Como lo mencionaba antes, la colaboración es importante. Nosotros estamos en una región que es muy dada a colaborar, muy dada a ser abierta no solamente con el foraño, sino también entre los locales. A pesar de que cada institución tiene su propia meta, se da mucho el tema de la colaboración, compartiendo capacidades, experiencias, modelos de trabajo. Es algo que ha facilitado que las instituciones que se encuentran un poquito más rezagadas en cuanto a promoción de emprendimiento, vayan mejorando sus capacidades frente a las que están un poco más avanzadas. Eso en términos de cultura. Y en formación, la experimentación. Algo que ha caracterizado a las instituciones que promueven el emprendimiento en el ecosistema, es que no se quedan con un solo modelo. Todo el tiempo están experimentando, están tratando de desarrollar nuevos enfoques con los cuales abordar algunas problemáticas específicas o algunos rasgos culturales muy específicos que tienen nuestra población para poder engancharlos con el tema del emprendimiento. No es solamente desarrollar un proceso formativo en torno a qué es el emprendimiento, sino empezar a desarrollar competencias en esa población. Eso implica un trabajo que se tiene que hacer dentro de las organizaciones en lo que es el modelo de cómo se generan los espacios para promover el emprendimiento y cómo desarrollar esas competencias, pero también en las personas que impacten en la formación en última instancia, en el capital más importante, que terminan siendo los emprendedores. Es una continua experimentación, un continuo compartir prácticas… digamos que son rasgos importantes que se pueden destacar de lo que ha venido sucediendo en la ciudad de Barranquilla.
CAF: Gracias Jairo. Andrés, la cultura de emprendimiento de Medellín es conocida mundialmente, y como dijiste, parte de una decisión que luego fue penetrando para crear esta cultura. En cuanto a formación emprendedora ¿cuáles serían las buenas prácticas que Medellín compartiría en esta serie que hablamos anteriormente?
Andrés Calle, de Medellín: Yo creo que desde nuestras realidades en la ciudad, hay dos elementos que considero fundamentales para lograr que esta cultura, como tal, se geste casi que de manera natural. La primera es la capacidad que tenemos, y esto es casi que un tema latinoamericano, que es la identificación de oportunidades. Yo creo que es bastante interesante ver cómo los colombianos somos capaces de ver oportunidades en todo lado. Adicional a esto se da también esa posibilidad, esa capacidad que tenemos, no solo de identificar las oportunidades, sino también de avanzar un poco más para el aprovechamiento a través de la adaptabilidad que tenemos. Es decir, nosotros a la generación de cualquier solución que tengamos para cualquier problema específico, estamos pensando qué más podemos hacer con ese tipo de solución, ya sea una herramienta, ya sea un proceso, ya sea una metodología. Buscamos siempre escalar eso y trasladar cada uno de esos elementos a diferentes escenarios. En los temas de cultura yo creo que eso nace inherente a nosotros. Siempre desde que estamos pequeños nos están diciendo que uno tiene que tener la mente abierta, una apertura mental a la identificación de oportunidades. Y esto obviamente permea de una u otra manera, también el tema de formación desde las universidades, desde hace unos 10 o 15 años, en casi todas las universidades, por lo menos acá en Medellín, hay al menos un curso de emprendimiento e innovación que se está dictando, empresas de base tecnológica, identificación de necesidades en mercado. Entonces, yo creo que eso ha permeado desde la cultura, toda la estructura académica en la ciudad.
CAF: Gracias. ¿Y en cuanto a Manizales, Marcela, cómo se explica ese liderazgo en estas dos dimensiones?
Marcela Escobar, de Manizales: Bueno, Cristina, yo creo que hay dos cosas. Digamos que ya llevamos un tiempo formando un emprendimiento en las unidades de emprendimiento de las universidades. Todos venían con algo de natural, del entorno. Pues por la participación activa de las universidades en este proceso. Sin embargo, creo que una gran transformación que tuvimos fue que entendimos que no es simplemente entrenar a los estudiantes o a las personas que van detrás de los más jóvenes, sino que hicimos algo con un paradigma totalmente diferente, y es que intervenimos las empresas que ya tenían clientes, que tienen nómina, que tienen un montón de cosas, para que ellos se transformaran y se formaran y al mismo tiempo fueran ejemplo en la construcción de cultura. ¿Por qué los jóvenes en este momento quieren ser influencers? Pues, porque hay muchos influencers que ellos siguen. Entonces, lo que nosotros necesitamos es que la gente quiera ser empresaria, porque hay muchos empresarios que son visibles y que tienen resultados. Que son un ideal, que generan envidia. Entonces, lo que nosotros hicimos fue visibilizar el rol del empresario en la ciudad pero no empresarios lejanos, no empresarios súper grandes, nosotros no hablamos de un Mark Zuckerberg, sino que hablamos de empresarios cercanos con los que ellos pueden conversar, que pueden preguntar y que las empresas, incluso más pequeñas, dicen: “Yo quiero ser como él”. Entonces esos roles a seguir pues ayudan a construir una cultura bien distinta, donde el empresario se dé de forma positiva y cercana. Y luego llevamos ese ejercicio de formación al empresario también, porque no se puede dar por sentado que, porque ya saliste de la universidad, sabes todo. Apenas estás empezando cosas. Apenas un empresario cuando se enfrenta, por ejemplo, a un proceso comercial, pues nadie se lo enseñó, o sea, no podemos partir de pensar que el empresario ya lo sabe y nos hemos dado cuenta de que no lo saben ni aun los muy grandes. Entonces, cuando proponemos hacer una intervención en la formación de los empresarios, pues esto es muy bien recibido por los empresarios, y luego digamos que entramos a temas muy críticos, pero no desde la teoría sino desde la acción, y creo que ese es un gran transformador de lo que se ha logrado en los procesos de formación y cultura.
CAF: Muchas gracias Marcela. Me encantaría seguir ahondando en los puntos de inflexión de estos ecosistemas pero se nos acabó el tiempo. Pero invito a todos los que están leyendo sobre las ciudades y escuchándonos, a que se fijen en el reporte GEIAL para más información de la historia de cada uno de estos ecosistemas. ¡Muchas gracias!
Para revivir el encuentro, puedes acceder a su grabación:
Si aún no sabes de qué se trata GEIAL, te invitamos a ver este breve video: