Muchos estudios afirman que el emprendimiento puede ser un vehículo para el ascenso social. Una nota publicada en el diario Clarín por el analista internacional Jorge Castro analiza el caso del gigante asiático.
En los últimos años, China se ha transformado hacia un economía digital, desarrollando fundamentalmente sectores vinculados a la red de redes, especialmente en la “nube” (Cloud computing). El país asiático ha sabido crear nichos productivos de alcance global. Y esta profundización de los sectores tecnológicos tiene su evidencia en el peso creciente que la economía digital tiene sobre el PIB. Este sector de la economía representó un 3.3% del PBI en 2010 y 4,4% en 2013. Se espera que sea de un 6% en 2015 y que alcance el 22% en 2030. El rol que la economía digital está teniendo en el producto chino no solo superó a Estados Unidos en 2013, sino que además se espera que presentará mayor dinamismo.
En esta transformación de la economía, el emprendimiento juega un rol importante. De hecho no es sólo el aumento de la participación de economía digital en el PIB es un rasgo relevante, sino la modificación de su naturaleza, donde el emprendimiento ha sido en parte responsable. En efecto, la décima parte de las compañías que producen en la “nube” son nuevos emprendimientos de alta tecnología y se espera que esta proporción se multiplique por 3 o 4 veces para el 2030.
El artículo de Jorge Castro destaca que esta transformación de la economía, y el creciente rol que tiene el emprendimiento de alta tecnología, es el sustento sociológico que explica el crecimiento de los ingresos que ha registrado la sociedad china y que sienta las bases para la ampliación de la franja social de la clase media. Así, este sector social representaba en China en 2012 el 68% de la población, un aumento de 160% en su peso relativo en solamente una década.