Dos integrantes del Prodem realizaron un informe dando cuenta de los resultados del Programa Empretecno, una iniciativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la República Argentina junto con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Acá, sus principales conclusiones.
El trabajo fue realizado por Hugo Kantis y Juan Federico para el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTIC), y publicado en junio de 2016.
El objetivo del informe, explican los autores, fue “analizar la situación de los proyectos financiados por el programa Empretecno entre 2011 y 2014. Se realizó un relevamiento de beneficiarios y no beneficiarios del programa, complementado con entrevistas en profundidad y un conjunto seleccionado de casos”.
Respecto de los resultados, muestran que si bien la mayoría de los equipos cuentan con un investigador, “el perfil es mucho más variado que el del estereotipo del proyecto de ‘laboratorio’ o puramente académico. Las propuestas de valor se basan en innovaciones, buena parte de ellas a nivel regional o incluso internacional, destinadas mayoritariamente a atender a empresas, con frecuencia para sustituir importaciones o atender ciertas especificidades de la demanda nacional o regional”.
La enorme mayoría de los emprendedores, dice el informe, “reconoce positivamente la contribución del programa, aunque más como un acelerador de procesos preexistentes que como un requisito para su existencia y concreción”.
Respecto de los puntos débiles, el informe releva que hay problemas severos en procesos y tiempos, especialmente en los desembolsos y contrataciones normados por reglamentos poco apropiados para la realidad de los emprendedores. A pesar de ello, la mayor parte de los proyectos aún están vivos, unos pocos han creado su empresa, y existe un grupo minoritario que ha recibido aportes de inversores privados. También advierten que, “para evitar que estos proyectos entren en zona de riesgo, es importante no solo concentrarse en la etapa de creación, sino avanzar sobre la fase de consolidación y escalamiento”.
A lo largo del informe, se explican también las modalidades del Programa, y las limitaciones del contexto. Así, el financiamiento del programa consiste en un aporte no reembolsable de hasta 2,5 millones de pesos argentinos para cada proyecto, que no exceda el 75% del costo total. El porcentaje restante (25%) debe ser asumido por el beneficiario. Pero los hechos, este monto fue quedando desactualizado, tanto por la inflación como por la devaluación de la moneda local.
El período de ejecución de los proyectos fue determinado en un máximo de 48 meses, explican. Sin embargo, en las últimas convocatorias, el tiempo de ejecución se fue reduciendo “de hecho”, en algunos casos a una porción muy inferior a lo inicialmente planificado, para acomodarse al horizonte de vida remanente del programa financiado por el Banco Mundial, cuyo vencimiento fue estipulado para septiembre de 2015 y luego se prorrogó hasta julio de 2016.
En total se realizaron siete convocatorias y se adjudicaron 91 proyectos por un monto total de 197 millones de pesos, de los cuales hasta junio de 2016 (fecha de publicación del informe técnico) se habían desembolsado 76 millones (38%).
Asimismo, en el Informe se desarrollaron apartados sobre “Los equipos emprendedores y sus motivaciones”, las “Opiniones sobre el programa Empretecno” y “Otros apoyos del ecosistema y demandas futuras”.
Finalmente, una parte muy significativa del Informe consiste en análisis, entrevistas y desarrollo de 10 casos de emprendedores comprendidos por el Programa. El listado completo es el siguiente:
Caso 1: Gestión it, proyecto de fabricación de impresoras térmicas móviles.
Caso 2: NanoCellu-ar, nanocelulosa a partir de bacterias para su aplicación industrial.
Caso 3: Proyecto Amiar, medidores inalámbricos para ahorrar costos de reconexión.
Caso 4: Nobracks!, software y tecnología 3D para cambiar las sonrisas.
Caso 5: Edge Instruments, desde un spin-off a la empresa propia.
Caso 6: Jeringas Cóndor, insumos médicos a partir del descarte de la industria.
Caso 7: Bioaplicada, cultivos celulares aplicados a productos médicos.
Caso 8: Proyecto de desarrollo de un viscosímetro para medir la sangre en bebés prematuros
Caso 9: Proyecto de producción de medios libres de suero para la industria biotecnológica.
Caso 10: Keclon, enzimas para el mejoramiento de los aceites y el biodiesel.
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