Este reporte llega justo cuando estamos concluyendo un año de shock en nuestras vidas, provocado por la pandemia. La salud de las personas y de nuestras sociedades están sufriendo impactos y transformaciones inéditas. Claramente, el mundo ya no es el mismo y necesitamos reaccionar. Sabemos por experiencias previas que los emprendedores y las empresas jóvenes son actores clave en los procesos de destrucción creativa y pueden contribuir de manera decisiva a la recuperación de las economías y a la generación de puestos de trabajo para salir de las crisis.
En este contexto, las políticas públicas anticíclicas deberían enfocarse en generar las condiciones necesarias para revitalizar y potenciar los “animal spirits”, que han sido golpeados por la brusca caída de la actividad económica, y potenciar aquellos otros que responden ante las oportunidades que ofrece el mundo emergente. Por eso, desde Prodem identificamos la necesidad de contribuir generando nuevo conocimiento y orientaciones útiles para la acción requerida, que incluye tanto la reconstrucción como la transformación. En tal sentido, este reporte presenta, por un lado, los resultados de un ejercicio que constituye una primera medición del impacto ocasionado por la crisis de la pandemia en las condiciones para el emprendimiento dinámico. Sus resultados permiten así conocer dónde es necesario llevar adelante intervenciones orientadas a revertir dicho daño. Cada país puede, en función de ello diseñar una agenda de reconstrucción basada en esas prioridades. Pero junto con ello, también es necesario poder comenzar a mirar hacia adelante para imaginar de qué manera las tendencias transformadoras en curso van a moldear los ecosistemas del mañana. Un antiguo líder chino dijo alguna vez que “para liderar una tendencia es clave poder anticiparla”. En un mundo tan incierto como el actual, ello resulta tan necesario como desafiante. Para contribuir en esa dirección, decidimos encarar un ejercicio de imaginación colectiva junto a destacados expertos de distintos países de América del Norte, Europa, Asia, África y América Latina y con el valioso apoyo de GEN. Eso nos permitió identificar un conjunto de tendencias y escenarios que permiten pensar los ecosistemas del futuro.
Sobre la base de este ejercicio estamos desarrollando junto al BID una consulta con más de 150 expertos de 14 países de América Latina que nos permitirá hacer foco en los escenarios imaginados para la región. Algunos resultados preliminares de este ejercicio los compartimos en este reporte a modo de adelanto.
Así, el reporte puede ser usado para imaginar de qué modo tales impactos y tendencias generales cobran vida en cada ecosistema teniendo en cuenta su propio punto de partida, algo que es muy necesario a la hora de construir condiciones apropiadas para que el emprendimiento y la innovación sean motores fundamentales en la reconstrucción y transformación de los diferentes países y regiones del planeta. Esperamos que este reporte sirva como brújula orientadora en medio de tanta penumbra así como también poder colaborar teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada país para profundizar esta labor cuando ello sea requerido.