El pasado 7 de diciembre la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó por votación mayoritaria la resolución “Emprendimiento para el desarrollo”. Es la primera vez que las Naciones Unidas reconocen formalmente que el emprendimiento es una herramienta importante para la reducción de la pobreza, la creación del desarrollo sustentable y la revitalización del entorno.
La resolución tiene dos dimensiones generales. Por un lado, crea un sistema para canalizar y distribuir recursos emprendedores, dirigiéndose hacia la superación de barreras financieras, legales y de concesión de licencias, todos ellos factores que debilitan a las empresas locales. Y por otro, apunta a mejorar los programas de emprendimiento en todos los niveles de educación. En especial, a fortalecer a mujeres y jóvenes emprendedores. El dictamen final fue de 129 votos positivos, 31 negativos y 9 abstenciones.
Israel, reconocido como “Start Up Nation” (más información en Dinámica Emprendedora Nº 14), es el país que presentó la propuesta. En ella se pretende instaurar en los demás países el concepto de “Desarrollo Emprendedor” como motor para impulsar la agenda global. Vale recordar que el número de empresas israelíes que cotizan en el NASQAD es sólo superado por los Estados Unidos. Y que, además, ese país de Medio Oriente tiene la tasa per cápita más alta de creación de empresas tecnológicas, y la mayor industria de capital de riesgo de todo el mundo.
Respecto de la resolución en sí, esperamos que habilite un camino efectivo para canalizar recursos a favor del emprendimiento en los países de la región, y que no quede sólo en una declaración de buenas intenciones. Asimismo, constituye un avance muy importante para que nuestros países asuman el emprendimiento en el marco de las agendas de políticas públicas, asignándole el status estratégico que corresponde.
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