Claudio Barahona, gerente de negocios de Wayra Chile, advierte sobre los que parten de viaje a esa zona ya mítica de California porque creen que traccionarán capitales u otros grandes recursos para su emprendimiento en Chile. Y suma un interesante auto-test para evaluar cuán sensato es hacer estas giras para el éxito del negocio.
Barahona afirma que 99% de los emprendedores chilenos que fueron a visitar y hacer contactos en el Silicon Valley no ha logrado absolutamente nada. Luego sugiere dos opciones para analizar las posibilidades de obtener éxito en una gira así:
La primera es la siguiente:
“Si tu startup está hoy facturando en Chile, con una tracción interesante y potencial expansión a mercados más grandes e interesantes como Colombia o Perú (i.e 90% de los casos), dedícate a eso y no pierdas tiempo ni dinero en ir a Silicon Valley. No va a venir ese mágico inversor que te va a financiar esa expansión. ¿Por qué? Simplemente porque el inversor nortamericano quiere que el HQ de su startup invertida no esté a más de 30 minutos de viaje en auto. Quiere que el negocio en el que invierta sea de EE.UU hacia el mundo y aportar con un money “Smart” con redes de contacto justamente en el valle. ¿Una inversión en una SPA chilena que quiere ingresar al mercado peruano, donde no conozco ni a Chile ni a Perú ni tengo contacto y esto significa un viaje de 12 horas en avión para saber ‘qué está pasando’? ¡No way! Si éste es tu caso, te recomiendo no perder ni un solo segundo en toda esta farándula. No seas un emprendeturista!”
La segunda alternativa, en cambio, es más promisoria:
“¿Tienes una startup que tiene usuarios y ventas en EE.UU., siendo éste tu principal mercado? ¿Tu innovación es tan disruptiva que puedes competir realmente con otras startups de clase mundial que quieran tomarse este segmento, sin un competidor consolidado a nivel mundial? En este caso te recomiendo vender tu auto, arrendar tu departamento, endeudarte con tu familia o amigos, tomar tus cosas e ir a vivir a San Francisco por al menos 1 año. Tal cual, dejar todo y comenzar allá desde cero. Es decir competir con tus habilidades y las de tu equipo en la máxima liga de las startups. No por dos semanas, no por una gira… viviendo allá con todo lo que esto significa. Jugar el juego completo: ser una startup norteamericana con fundadores chilenos. Y aquí si puedes tener éxito… de hecho hay casos emblemáticos que “levantaron capital VC en San Francisco”, pero que justamente jugaron este juego: con una maleta y mucha ilusión trabajaron por la posibilidad de su vida en el ecosistema tecnológico y de capital de riesgo más desarrollado del mundo. Pero olvídate de tu tracción en Chile… eso es prácticamente sólo una anécdota cuando comiences tu aventura allá. Eso no es ser un emprendeturista, es ser un chileno dueño de una compañía norteamericana que está probando suerte en el hemisferio norte. Tu nacionalidad termina siendo irrelevante.”
Al final, Barahona propone hacerse varias preguntas de autoanálisis:
“¿Es mi negocio de Chile hacia el mundo o de EE.UU. hacia el mundo?
¿Hay negocios que están en mi área, con mayor ventaja competitiva en EEUU?
Las personas (inversores, CEO’s famosos, etc) que supuestamente voy a conocer, ¿aportarán realmente a mi negocio o sólo tendré reuniones de mucho feedback pero nada concreto?
¿Con este viaje, estoy perdiendo tiempo y dinero que podría dedicar a otra cosa que haga crecer el tamaño de mi empresa?
Habla con al menos 2 ó 3 personas que hayan realizado ese viaje, pregúntales qué les pareció y cuáles fueron los resultados reales que obtuvieron.”