La idea de ecosistema ha tendido a generalizarse en la última década. Sin embargo, el enfoque originalmente planteado por distintos autores, y que predomina, adolece de ciertas limitaciones. En primer lugar es estático. Es decir, no permite comprender la dinámica a través de la cual se ha llegado a la situación actual, una cuestión que tiene gran relevancia para el fomento del ecosistema. Por el otro, tiende a generar la impresión de que existe un modelo único como guía para la acción, aún cuando se sabe que la réplica no es posible. En este brief, que terminó siendo mucho más extenso de lo previsto, compartimos una mirada evolutiva sobre cuatro ecosistemas que se diferencian por su distinto grado de madurez, su sendero evolutivo y su dinámica de funcionamiento. En la primera parte se presentaron los casos emblemáticos de Silicon Valley y Tel Aviv, planteando sus similitudes y diferencias. Esta segunda parte se centra en dos casos de menor desarrollo relativo como son el de Santiago de Chile y el de Buenos Aires. Cada parte, respectivamente, cuenta con un Dossier que caracteriza a la plataformas de servicios a los emprendedores y sus principales organizaciones (el “quién es quién”). La tercera parte, de próxima entrega, se basa en las dos partes previas y avanza en la comprensión de las diferencias entre ecosistemas maduros y en desarrollo así como también de sus implicancias para nuestros países.