Programa de Desarrollo Emprendedor

Dynamic entrepreneurship

Emprendimiento dinámico

Una de las características distintivas del ICSEd-Prodem que lo diferencian de otros índices es su contribución para comprender la problemática del emprendimiento dinámico. Pero, en primer lugar, es muy importante entender de qué hablamos cuando hablamos de emprendimiento dinámico, algo fundamental para definir qué se desea fomentar y poder hacerlo de manera efectiva. Por lo tanto, en esta sección se presenta una conceptualización acerca de este tipo de emprendimientos a cuyos efectos se plantea una metáfora que parte de la oportunamente planteada por Birch a fines de los 70s.

En sus estudios pioneros, este autor planteó una metáfora del reino animal para reflejar la heterogeneidad del mundo empresarial y su impacto sobre la creación de puestos de trabajo. Según este autor las microempresas son como los ratones, hay muchas pero no crecen y entonces no impactan en la creación de nuevos empleos. También están las grandes empresas, que se mueven lento y generan muy pocos puestos de trabajo nuevos, por eso las asemeja a los elefantes. Las que más contribuyen en ese sentido, según Birch, son las empresas jóvenes de rápido crecimiento, a las que denominó gacelas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha operacionalizado este concepto incluyendo a las empresas de entre 4 y 5 años de vida que crecen a un ritmo anual de al menos el 20% en un período de tres años con un nivel inicial de empleo de 10 ocupados o más. Numerosos estudios internacionales, incluyendo uno que desde Prodem hemos realizado hace algunos años con el BID sobre el caso argentino3, aportan evidencias acerca de la contribución de las gacelas, así definidas, a la creación de empleo y a la productividad. Una conclusión importante, compartida por los distintos estudios sobre este tema, es que un núcleo pequeño de nuevas empresas impacta de modo desproporcionadamente alto sobre estas variables.

Aún cuando la definición y los estudios de gacelas constituyen un aporte muy valioso, Prodem propuso ya en 2002 el concepto de nueva empresa dinamica. En esta sección presentamos una versión más elaborada de este concepto, que incluye a las gacelas pero también a otros “animales” que logran crecer en forma relevante aún sin ceñirse a un patrón tan lineal. El riesgo de adoptar definiciones muy estrechas es el de dejar por fuera a segmentos importantes del mundo empresarial que contribuyen a la innovación y a la creación de empleos de calidad. Este riesgo podría incrementarse con la inclusión reciente de nuevos “animales” en la metáfora zoológica: los “unicornios”, los “centauros y los pequeños ponys (empresas con valuaciones de 1 billón, 100 millones y U$S 10 millones respectivamente).

Sin desconocer la importancia de estas empresas, que integran la fauna del emprendimiento dinámico, se proponen definiciones ex ante y ex post más amplias y flexibles que permiten dar cuenta de la amplitud de animales que la integran.

Desde el punto de vista del fomento interesa contar con una definición del tipo de empresa que se desea generar y apoyar, así como también de los proyectos emprendedores y de las nuevas empresas que prometen convertirse en esa imagen objetivo. Concretamente, las empresas jóvenes dinámicas son todas aquellas que consiguen convertirse en (al menos) Pymes competitivas, con perspectivas de seguir creciendo, al cabo de los primeros tres o cuatro años de vida (en los que la tasa de mortalidad empresarial es más elevada).

Esta es una definición ex post, es decir, factible de implementar cuando ya se conoce el desempeño alcanzado por una empresa. Como se dice en el fútbol “con el diario del día lunes”, esto es, cuando ya conocemos como salieron los partidos. Pero como el fomento del emprendimiento es un continuo que arranca desde cuando aún no conocemos los resultados, corresponde incluir a aquellos proyectos y empresas de reciente creación que prometen convertirse en esas nuevas Pymes competitivas con proyección de seguir creciendo, como así también a aquellas que ya lo han logrado (start ups y scale ups).

La conceptualización de emprendimiento y de nuevas empresas dinámicas fue propuesta por primera vez en estudios que realizamos con el BID a inicios de este siglo5. Desde entonces el uso del término se ha generalizado, aunque no siempre de manera inequívoca. Por ello, en el Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico 2015 (ICSEd-Prodem) partimos por revisar el concepto para comprender la amplitud de especies que alberga la “fauna” del emprendimiento y de las nuevas empresas dinámicas.

Sobre la base del concepto de dinamismo revisado sugerimos ampliar la tipología de Birch para proponer otra más amplia que, además de las gacelas, debería incluir a otros animales. Un safari imaginario nos permitiría encontrar, por ejemplo, a los canguros avanzando a ritmos ligeramente inferiores a las gacelas aunque por momento pegando grandes saltos. O a los delfines, combinando momentos de nado con otros emergiendo a la superficie para desplazarse. Y a los seres humanos, ¿por qué no? Nosotros solemos caminar y, cada tanto, correr y saltar. En los tres casos se trata de animales menos veloces que las gacelas pero también menos frágiles y/o incluso más inteligentes.

Seguramente habrá que seguir enriqueciendo esta nueva metáfora en base a estudios que ayuden a alimentar las políticas públicas con mejores evidencias empíricas. Pero el mensaje es claro y es como una moneda con dos caras. Por un lado, no todos los emprendimientos contribuyen por igual al crecimiento, a la innovación y al incremento de la productividad. Son de especial relevancia aquellos que basan su potencial de dinamismo en equipos emprendedores ambiciosos y propuestas de valor prometedoras, innovadoras. No deben ser de ninguna manera confundidos con las microempresas tradicionales. Pero también es cierto que el concepto de emprendimiento dinámico revisado, la metáfora de la fauna ampliada y los ejemplos aportados en esta sección invitan a ser cautelosos y a evitar rigideces contraproducentes a la hora de establecer la población objetivo y los criterios de selección de los beneficiarios de las políticas y de los programas de fomento. En el mismo sentido, tal vez, pueda entenderse la reflexión que nos deja Senen Barro (Director General de RedEmprendia) sobre la necesidad de no forzar a todas las empresas al rápido crecimiento.